Pronto el coche dejó atrás el Londres más de moda, y empezaron a recorrer las viejas, serpenteantes y sobre edificadas calles de la antigua City, cuyo trazado apenas se había visto alterado desde que los Plantagenet ocupaban el trono. A Anne le impresionaba el aspecto sórdido de algunas zonas, aun estado muy próximas a las vías principales (…). Pero cuando más avanzaban, más fuerte se sentía el olor de las alcantarillas y más angostas y desagradables se volvían las calles
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