Patria

Patria es una novela maravillosa, atrapante, y aunque esta enmarcada en un lugar determinado; Euskal Herria, el país vasco, habla de un conflicto específico; la lucha terrorista de ETA, y abarca un periodo te tiempo delimitado entre el fin del Franquismo y el cese de lucha armada del grupo separatista, no se le podría considerar una novela histórica de guerra, la manera en que el autor aborda este evento doloroso en la historia española la convierte en una novela global, apreciada tal vez con más fuerza en los países que han sufrido conflictos internos, pero también por cualquier lector que guste de las narraciones en las que se explora el sentir de cada ser golpeado por eventos trascendentales que cambian su visión del mundo.

El autor nos presenta a dos familias con una amistad tan intima que pueden parecer una sola, diferenciadas en que una de ellas gracias al trabajo fuerte del padre tiene una mejor posición económica y la otra no, las mayores similitudes son la pasión por el ciclismo que une a los dos hombres y el carácter férreo, controlador y acosador de las dos madres.

El camino de amistad se tuerce cuando el hijo mayor de la familia menos acomodada comienza a tomar y apoyar las posiciones radicales de ETA y el padre de la otra familia comienza a ser víctima de amenazas al ser considerado un opresor del proletariado por ser dueño de su propia empresa, caminos que llevan al distanciamiento de las familias, y al primero lo lleva a la muerte en vida y al segundo a ser asesinado.

De los detalles más apasionantes de esta historia es la forma en que el autor dibuja y construye los personajes, poco a poco, develando rasgos determinantes incluso hasta el final de la novela, haciendo saltos de tiempo, en los que los recuerdos se convierten en la ficha que completa el rompecabezas de la personalidad de cada uno de los integrantes de estas dos familias.

El dolor, las distintas formas de llevar el duelo, el deseo intenso de que rotulo de víctima no defina el resto de sus vidas, el anhelo de verdad para poder alcanzar el perdón, la auto cohibición de la felicidad son los elementos claves que definen las vidas de los integrantes de la Familia de Bittori, en contraparte la familia de Miren se enmarca en la resignación pasiva, en la vergüenza, en la capacidad de torcer la moral para justificar el daño realizado respaldado en el fanatismo, la frustración y a la vez también el anhelo del perdón.

Dentro del estilo de la narrativa, se distinguen el amplio uso de los monólogos como voces de conciencia, la aparición continua de preguntas no totalmente estructuradas tal y como se hacen en el cotidiano, en el lenguaje natural del día a día, los entornos de aprobación y reproche son tan bien construidos que los podemos sentir propios, sentirlos de nuestras propias familias.

Un libro fascinante, que nos muestra y hace preguntarnos del dolor, el amor, el fanatismo, y los momentos donde la vida tuerce sus caminos.