Vive como un mendigo, baila como un rey

Ignatius Farray, que firma este libro, es un cómico excesivo, extravagante, underground. al límite de la comedia, posiblemente o te gusta o no lo soportes.Juan Ignacio, que es quien ha escrito este libro, es una persona de Tenerife, divorciado, con un hijo al que adora y un montón de amigos.No soy precisamente un gran fan de las autobiografías, ni de las biografías en general, pero esta me ha enganchado. Me ha enseñado la diferencia entre la persona y el personaje, ha desnudado sus miedos y se nos muestra a todos tal como es, con sus contradicciones de persona vulnerable y a la vez con la autoestima por las nubes....madre mía!, un psicólogo se volvería loco contigo jaja.Se lee fácil, deja en el tintero muchas cosas personales que probablemente su timidez y respeto no le permiten airear y nos muestra la trastienda del alter ego de Juan Ignacio: Ignatius, el exhibicionista sin filtros, el "loco" sin complejos que se sube a un escenario o se pone delante de un micro.Una edición en papel preciosa, con sus páginas de colores, ilustraciones geniales, tiras cómicas, solo por eso ya merece la pena leerla y tenerla entre las manos, y no, no la voy a usar para calzar una mesa, como prétende su autor, queda muy bien en la estantería de libros leídos.

Debido a mi afición (un tanto abandonada) por el programa "La vida morderna", comencé a leer este libro con cierto temor. Me preocupaba que, como las disertaciones de Ignatius en el programa, esta biografía comenzase como algo interesante y divertido y acabase en una confusa serie de argumentos inconexos y carentes de sentido que te hacen preguntarte por qué narices te sigues riendo.
No sé si por fortuna o por desgracia, pero la verdad es que no es el caso. En su lugar lo que tenemos es un relato coherente y cargado de autocrítica que nos ayuda entender un poco mejor que pasa por la cabeza del hombre al que algunos conocimos primero como "el loco de las coles" y posteriormente como Ignatius Farray. Sin dejar el lado el sentido del humor, Juan Ignacio nos abre su corazón y su mente compartiendo los momentos que guiaron sus pasos para convertirse en el gigante de la commedia (así, con dos emes) que es ahora.

Me ha decepcionado un poco.Casi todas las anécdotas son ya conocidas si sigues al personaje y el grueso del texto no es más que su curriculum ampliado con infinitas loas a y de sus colaboradores.Se hace cansina también esa glorificación casi metafísica del mundo de la comedia.Por lo demás, siempre resulta simpático leer algo sobre la vida de este titán.