Richmo Boulevard

No tenía ni idea de qué me iba a encontrar al comenzar este. Me llamó la atención de su sinopsis que los protagonistas fueran bosnios ya que no es una cultura habitual en las novelas que suelen llegar a mis manos.

Es una historia corta que se lee muy rápido gracias a su estructura de capítulos muy  muy cortos. La prosa es sencilla pero bonita y permite imaginar y sentir perfectamente los escenarios que describe. En cada capítulo podemos ir conociendo nuevos personajes, sus historias y atisbos de su relación con Mel, nuestra protagonista.

Sobre Mel vamos conociendo mediante flashbacks cómo fue su historia desde muy pequeña, cómo se convirtió en bailarina de ballet clásico, su relación con su abuela Margot, sus amigos, sus compañeros de baile y su mentor.

En pequeñas dosis nos encontramos con romances, evolución, reencuentros, secretos, tragedias, voluntades, mentiras y algunas cosas más que hacen muy rica la lectura.

 

En general la historia está bastante bien, tiene una apertura y un cierre, tiene giros curiosos y personajes interesantes. A pesar de esto al ser tan corta la sensación que me ha quedado es que se podría haber desarrollado muchísimo más. Es como si todo lo que cuenta fuera la antesala a una novela mucho más extensa, vamos que la autora podría haber sacado mucho más jugo a Mel y su historia. El final es un poco precipitado y aunque te hace abrir la boca porque no esperas los giros, acaba muy rápido, cuando acaba casi estás esperando un “colorín colorado esta historia se ha acabado”.

Hay que decir que es la primera obra de esta autora, que en definitiva escribe bonito y habrá que seguir de cerca.

La elección de la portada y el título me parecen también muy acertadas.

En definitiva la recomiendo como una lectura entre otras más densas, para estos días de calor para aprender un poquito sobre Bosnia y el ballet.