Es una novela corta pero muy intensa en la que la música es el conducto ideal de los sentimientos de los protagonista y la autora logra que eso me llegara a mi como lectora, podía sentir todo lo que sentía Andras y Sorel; escuchar la música y etender el lenguaje. Adoré los personajes, todos muy apasionados, virtuosos. También me encantó el estilo fresco en que está escrita la historia. |