Comprender el desierto es comprender el mar de Francisco Javier Expósito Lorenzo es es una obra que se lee de manera rápida y fácil, aunque, se disfruta mucho más si, por el contrario, nos adentramos en ella poco a poco. ¿Por qué? Porque aunque sus frases o textos son muy cortos, dicen mucho. Son capaces de removernos por dentro y hacernos pensar. Por ello, a medida que leía el libro, me di cuenta de que no lo estaba disfrutando por leerlo del tirón y decidí dosificarlo. Francisco Javier Expósito escribe de forma muy bonita, como si fuese una poesía en prosa, y algunas de las frases me recordaron, incluso, a El Principito. Además, la metáfora constante que realiza con el desierto como mar es muy acertada, nos permite fluir como granos de arena o gotas de agua. En general, el texto bien podría acercarse a una meditación, con una calidad literaria muy alta, unos escritos muy bien trabajados y una dulce experiencia lectora. |