Debo comenzar diciendo que esta novela ha sido un cambio de planes total de última hora, porque yo en realidad tenía pensado conocer a Mariah Evans por otra de sus novelas, “En tiempos de guerra”, de la que he visto algunas críticas que me hacen pensar que es de sus mejores novelas. Pero sin haberlo planeado, esta novedad de Ediciones Kiwi se puso por delante y debo reconocer que, contra todo pronóstico, fue cogerla y no soltarla. Tengo que aclarar que aunque leo novela romántica de forma habitual, no es de mis géneros predilectos, es decir, normalmente encuentro novelas de temática romántica que me gustan, me entretienen y poco más. Pero con Mariah Evans ha sido un completo flechazo desde ya mismo, tal y como ya me había pasado con otras autoras románticas tan distintas entre sí como Anna Casanovas o Lorena Pacheco. Esta historia nos presenta a Beatriz, una protagonista femenina de armas tomar, (en el sentido figurado de la expresión, aunque luego tenga que aprender a usarlas de verdad), toda una mujer del siglo XIX, con un futuro prometedor como historiadora, con las ideas muy claras sobre lo que quiere hacer con su vida y con una personalidad arrolladora. Incomprensiblemente, el destino quiere que aprenda a sobrevivir en la época que resulta ser su objeto de estudio para el doctorado: las colonias del Caribe en pleno siglo XVIII. Y allí conocemos a los otros dos pilares de la historia: Bastian, un caballeroso general francés que se deshace por halagarla y Duncan, un desconsiderado pirata inglés que lo más amable que hace por ella es plantearse no atarla al mástil de su barco. Con Beatriz en medio de estos dos polos opuestos, la química de la novela estaba prácticamente asegurada, pero la verdad es que esta lectura ha sido un completo vicio y lo mejor es que no ha sido precisamente por la parte exclusivamente romántica, porque aquí hay muchísimo más. Para empezar los personajes. Los tres protagonistas principales me parecieron desde un primer momento con muchísimo potencial, y me alegro muchísimo de no haberme equivocado, porque aunque no iba con unas expectativas definidas respecto a la novela sí que temía que me parecieran demasiado típicos. al final he terminado con emociones muy fuertes hacia todos ellos (pero no voy a aclarar si son buenas o malas porque os haría un spoiler de los gordos). Además, el final y cómo acaba cada uno de ellos me ha parecido simplemente perfecto, redondo y muy adecuado para una historia así, teniendo en cuenta la evolución que sufren todos los personajes. de hecho, el haber confirmado con el final que se trata una historia autoconclusiva, también ha hecho que quede completamente satisfecha con esta novela porque sinceramente, es perfecta tal y como está rematada Además, la acción es trepidante como es de esperar tratándose de rudos piratas que sólo viven para los saqueos de barcos, los abordajes y los botines. Otro de mis miedos era que tanta jerga naval llegara a aburrirme o a perder mi atención pero como he comprobado que tampoco ha sido el caso, lo que queda es una continua sucesión de escenas dinámicas de luchas y batallas, de camaradería entre bucaneros, de estrategias para hundir los barcos del enemigo y cómo no, de Beatriz sobreviviendo en medio de tanta violencia gratuita a la que sólo está acostumbrado un hombre de mar, ya sea pirata inglés o general francés. La historia de amor central se desarrolla de una forma tan natural y tan a fuego lento, que te da tiempo a conectar con los personajes mucho antes de que conecten entre ellos. Además, una vez que descarté mi mayor miedo y vi que realmente no es una historia típica con un triángulo amoroso, en la que una enamoradiza joven tiene que decidir entre dos hombretones que se desviven por conquistarla, simplemente no pude parar de leer porque me enganché por completo a todo lo que ocurre. En realidad tengo la sensación de haber leído una novela de aventuras de piratas, con batallas navales, abordajes y toda la acción que conlleva esa ambientación, pero protagonizada por una chica que nada tiene que ver con ese mundo (ni con ese siglo, que tampoco). Continuamente están pasando cosas, hay escenas de verdadera tensión (no sólo sexual, que también), en las que se pueden ver las dos caras de la moneda dentro del gremio de los corsarios, y cómo no todo es lo que parece cuando se pertenece a bandos y se siguen códigos de honor distintos. Por otra parte, como era de esperar, siendo Beatriz una historiadora nata y tratándose de una novela ambientada hace siglos, la parte histórica está muy cuidada, porque se puede apreciar una parte de la colonización americana vista desde muchos puntos de vista (más allá de los propios bandos español y francés de un lado, e ingleses y colonos americanos del otro), porque la autora se atreve con temas como la esclavitud o la prostitución, la hipocresía de los colonizadores europeos e incluso algo deja entrever sobre violencia de género y sometimiento de la mujer (claro está, matizado con la época). Así que yo, que soy una apasionada tanto del siglo como de la ambientación colonial, para mí esto es otro punto muy fuerte a su favor en cuanto a la trama, porque agradezco muchísimo que una historia romántica no se limite sólo a contarme una relación entre dos personajes y me encanta poder contextualizar tan bien y con tanto detalle todo lo demás. En este sentido, y salvando las distancias de estilo y ambientación, me ha recordado muchísimo a Outlander (Forastera) de Diana Gabaldon, pero más bien por la premisa y la mecánica que sigue la historia, porque no tienen nada que ver ni en personajes ni en trama. Por último, la forma de escribir que tiene la autora simplemente engancha. Realmente no sabría decir si es una forma bonita, rápida o correcta, pero lo que tengo claro es que me encanta porque le pone un ritmo súper ágil a todo, tanto a las escenas de acción como a las escenas de tensión, como a los pensamientos de todos los personajes… No ha habido ni una sola escena en toda la novela que me haya sobrado, o con la que me haya aburrido o simplemente que me haya hecho dejar el libro a un lado para ponerme con otra cosa. Así que mi conclusión es que Mariah Evans escribe de una forma muy adictiva, sin recrearse en meter paja y yendo continuamente al meollo de la cuestión. La primera sorprendida soy yo porque no me esperaba que una novela de este género me fuera a gustar tantísimo, sobre todo con el nivel de adicción con el que la he leído. Me esperaba muchísimos más tópicos de la novela romántica y lo que de verdad me he encontrado y me ha hecho disfrutar es una novela de aventuras y acción que se desarrolla alrededor de una preciosa historia de amor muy bien llevada, muy cuidada y con unos personajes con los que encariñarse fácilmente. Enlace: https://enmitiempolibro.blog.. + Leer más |