Comandante

Han pasado dos meses desde que Matt fue elegido presidente de los Estados Unidos de América, al día siguiente de su elección Charlotte se marchó a Europa y todavía no ha regresado. A punto de ser investido presidente Matt tiene clara una cosa, este tiempo sin Charlotte ha sido un infierno, y le ha hecho darse cuenta que no puede vivir sin ella y de que la necesita en su vida, por lo que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperarla.

Por otra parte, Charlotte ha estado viajando por Europa con la intención de olvidar a Matt, lo que ha sido totalmente imposible. Ahora a vuelto para la ceremonia de investidura, pues desea ver a Matt convertirse en el hombre que ella sabe que puede llegar a ser, aunque sea desde la distancia.

En su reencuentro, Matt le pedirá que ejerza como Primera dama en funciones y Charlotte, a pesar de sus reticencias iniciales, aceptará gustosa por ayudar a su país y por supuesto, para estar cerca del hombre que ama.

Durante la historia podremos ver a ambos personajes lidiar con las cargas y obligaciones que su cargo conlleva, al tiempo que intentan retomar su relación personal, sobre todo a Charlotte que sigue luchando contra sus inseguridades y no está segura de ser lo bastante buena ni para Matt, ni para el cargo que éste le ha pedido que ejerza. Nos adentraremos sutilmente en los entresijos del mundo de la política, cosa que a mí me ha parecido muy acertada, pues nos muestra ligeramente los problemas y preocupaciones que tiene que tomar alguien en este cargo y como ha veces toca sacrificar ciertas cosas para conseguir un bien mayor, pero sin llegar a recargarnos de información política.

En los personajes no se aprecian cambios significativos, pues Charlotte sigue siendo ella misma, con sus miedos e inseguridades, pero dispuesta hacer lo que sea necesario por el hombre que ama y por su país, idolatra a Matt y nos lo muestra en todos y cada uno de sus pensamientos. Y Matt, sigue siendo Matt, el mismo hombre comprometido que conocimos en el primer libro dedicado a conseguir hacer cambios significativos y mejorar la vida para todos en su país, pero también un hombre enamorado, que tiene claras las cosas y que sabe que la mujer que tiene delante es, sin lugar a duda, su compañera de vida y que está deseando gritarlo al mundo entero.

El libro está dividido en cuarenta y cinco capítulos, narrados en primera persona por ambos protagonistas. Como ya sabréis me encanta este tipo de narración pues nos permite conocer mejor a ambos personajes y sus sentimientos. La historia comienza llena de romanticismo para ir cogiendo fuerza e ir transformándose en una historia con grandes dosis de erotismo.

El comienzo del libro me ha gustado muchísimo, son tan tiernos los dos, tan enamorados, pero a la vez tan concienciados del deber que acaban de adquirir y que no les permite estar juntos abiertamente. al principio no lo entendía muy bien, ¿por qué dos personas adultas y solteras no pueden tener una relación solo por el hecho de que él sea presidente? Pero durante la lectura entendí el motivo por el cual tienen tantas reticencias a esa relación.

Una cosa que me dejado un poco fría es que la investigación y resolución del caso del asesinato del padre de Matt, en mi opinión, habría sido mejor para la historia que fuera más elaborado, le podría haber dado algo de acción al libro, pero la verdad es que después de mantenernos en vilo todo el libro, se resuelve sin pena ni gloria para la trama, me hubiera gustado ver algo distinto.

Lo que sí me ha gustado son ciertos guiños que he ido encontrando durante la narración, en alusión a escenas históricas bastante conocidas producidas con algunos de los presidentes de Estados Unidos, en concreto la escena del pequeño Matt jugando debajo del escritorio presidencial, en referencia al pequeño John Jr. Kennedy haciendo lo mismo mientras su padre trabajaba, me ha parecido de lo más tierno.

En resumen, un buen desenlace de la historia, que nos muestra una gran historia de amor, con grandes dotes de erotismo y un trasfondo político y patriótico, que nos recuerda a series tipo The Good Wife o El Ala Oeste, con unos personajes que tienen las cosas claras y luchan por hacer realidad sus sueños, tanto personales como profesionales y conseguir cambiar las cosas y hacer un futuro mejor para su país y sus ciudadanos.

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