Casanova

Empecé este libro con muchísimas ganas por que me encantó la sinopsis. No es que fuera nada increíblemente novedoso, pero me apetecía un romance de amigos que acaban enamorándose, una historia sencilla y divertida. Sin embargo, a pesar del interés con el que iba me desilusioné desde el primer capítulo.

Primero tengo que decir que este libro se vende como independiente y autoconclusivo y en realidad es parte de una saga y se nota, se nota mucho. A ver, podemos leerlo perfectamente sin que nos estalle la cabeza por falta de datos, pero es imposible no darte cuenta de que llegas al escenario planteado un poquito tarde. Aclarado esto, que no es fallo del libro si no de como se ha anunciado, mi primer cabezazo contra la pared fue empezar la historia en la fiesta de cumpleaños del protagonista, Tahoe, una fiesta en la que básicamente te dejan claro que por supuesto es el tío más atractivo, rico y deseado del planeta y que todas las invitadas de la fiesta tienen como único propósito quedarse medio desnudas delante suya y que las haga caso. Rematamos esto con la prota, Gina (una chica que necesita urgentemente seguridad y amor propio) llegando y diciendo que su regalo de cumpleaños es ella, que aproveche por que aunque le da repelús todo lo que la rodea si la elige a ella pueden pasar la noche juntos. ¿Qué queréis que os diga? A mi me parece bastante rancio el tema.

A partir de aquí la autora nos va llevando a través de su amistad durante más o menos un año en la que se van acercando y alejando según el momento. Bastantes clichés, una prota a la que no entiendo en muchísimas ocasiones y un prota del que conocemos cosillas, algunas bastante importantes, pero no mucho más por que no tenemos su punto de vista en ningún momento.

Antes de acabar necesito comentar dos cosas por que me revientan mucho. La autora explica todo el tiempo que Gina usa el maquillaje como escudo (literalmente duerme maquillada si está acompañada y se levanta antes para retocarlo, mi piel lloraba leyendo esto) y que Tahoe la ama tal como es, al natural. Bueno pues en varias ocasiones Tahoe le quita el maquillaje a Gina. Con las manos. Restregándole la cara. Vamos a ver... primero, es cierto que ella lo usa de escudo pero también es cierto que ama el maquillaje, lo dice más de una vez. Si se quiere maquillar lo hace y punto, no tiene por que quitárselo cada vez que la ve. Y segundo, cualquiera con sentido común sabe que no vas a limpiarle la piel de maquillaje (pintalabios incluido) a nadie con las manos y se acabó, cara reluciente como un bebé. Por dios, lo único que tenía en mi cabeza cada vez que ocurría y a lo largo de toda la escena consiguiente era a Gina con pinta de Joker. En serio, es lógica aplastante, ¿a quien se le ocurre algo así?

En resumen, no he leído más libros de esta autora así que no puedo decir que sea habitual que no me guste, seguramente leeré algún libro más de ella y puede que la experiencia sea completamente distinta pero este libro no. No me ha gustado y no se va a quedar en mi estantería para releerlo en otra ocasión por que no es para mi, una pena.