—Gracias, abuela. Me siento mucho mejor. —A veces, sentirse mejor no es suficiente, querida. |
—Gracias, abuela. Me siento mucho mejor. —A veces, sentirse mejor no es suficiente, querida. |
Entonces, si un periodista escribe que sospechan del almacenero, vos tenés que ir a buscar al almacenero, preguntarle todo al almacenero, para que cuando el ministro me hable del almacenero, yo le pueda decir que su puto periodista escribe mierda. ¿Me seguís, Ordóñez? Del otro lado de la línea hubo un silencio que se interrumpió con la voz atemorizada del cabo Ordóñez. —¿Los diarios sospechan del almacenero? —¡No, Ordóñez! ¿No ves que sos un pelotudo? |
«El que lucha con monstruos deberá procurar no convertirse en uno de ellos».
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—Uf, no empecemos, Juánez. Hace un calor demencial. Apenas llegué, me tuve que bancar los gritos de la madre de la piba. Se suponía que hoy empezaban mis vacaciones, y aquí me ves, con las manos en la masa —dijo agitando sus manos, con los guantes manchados de sangre. —A ella no le va mejor —remató Juánez |
—Jefe, yo sé lo que le digo. El muerto con guita es un quilombo. Si no agarrás al asesino, los familiares te pueden hacer perder el laburo. Para ellos sos el esclavo. Yo prefiero el muerto sin guita; para esa gente, somos héroes. Y no se equivocaba tanto Ordóñez. |
Nunca había tenido problemas con la prensa, pero la relación no era fácil. «Creen que un homicidio se resuelve en dos horas. Exigen tiempos de película». |
Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.