Cornelia

Un libro que deja bastante que desear. Lo primero que quiero mencionar es el estilo de escritura. Es demasiado pobre y a pesar de que sea la tercera novela que publica esta autora, en mi opinión se nota lo amateur que es en cuanto a la escritura.

Pero la principal razón por la que califico a este libro con solo 2 estrellas es por lo inverosímiles que me parecieron la gran mayoría de las escenas de este libro. Empezamos por lo más ilógico que es que un colegio haga un viaje con sólo 5 alumnas en lugar del curso completo. ¿Cuando se vio eso? ¿En qué colegio harían solo un viaje A OTRA PROVINCIA TAN SOLO 5 ALUMNAS DE UN CURSO?!?! Es completamente irreal que suceda algo así, y es lógico que la autora tuvo que caer en este recurso porque resultaría muchísimo mas difícil venderte la desaparición de una de las alumnas si hubieran estado rodeadas de todo un curso de colegio, como es lo LÓGICO que sucede en todas las salidas de todos los colegios. Después llegamos a la parte que MÁS bronca me dio, porque más allá de que todos sabemos que los policías en más de una ocasión son cómplices de alguna mafia o de delincuentes, pero el hecho de que NINGÚN POLICÍA HAYA CONSIDERADO AL CHABON QUE LAS LLEVO A LAS MENORES DE EDAD A UN BAR Y LAS EMBORRACHO COMO PRIMER Y ÚNICO SOSPECHOSO ES TOTALMENTE ILÓGICO!!! Como dije, más allá de que TODOS los policías del pueblo donde desaparece la chica hayan sido cómplices con la red de trata, que NINGUNO DE LOS POLICÍAS DE BS.AS o de los investigadores privados que contrató la familia haya pensado "mmm la chica fue vista por última vez en el bar, donde fue llevada por un adulto que, oh casualidad, vivía en el lugar donde las chicas se hospedaron durante el viaje, pero seguro ese tipo no es para nada el principal sospechoso". ¿De verdad son tan idiotas los policías/investigadores que no pueden sumar 2+2 y darse cuenta de lo que era obvio? Me da bronca cuando los autores de thrillers hacen cosas como estas. Si el lector común y corriente te puede resolver todo el misterio apenas leyendo 20 páginas de tu libro, es porque algo mal estas haciendo. No es creíble que TODOS fueran cómplices y no vieran lo obvio. Además, el chabon tenía prontuario de narco, OSEA, QUIEREN ALGUNA PISTA MÁS QUE LO SEÑALE COMO AL ENTREGADOR DE LA CHICA?!

Otra cosa que me enfermó fue que el líder de la red de trata fuera un egipcio. OSEA, estamos en Argentina, donde todos los que siempre están involucrados en este tipo de crímenes son o de nuestro propio país o de países latinoamericanos vecinos. ¿CUANDO SE VIO QUE UN EGIPCIO FUERA EL LÍDER DE UNA RED DE TRATA EN ARGENTINA POR EL AMOR DE DIOS!?!?! Es totalmente ridículo, porque no es lo que sucede en el país. Mas allá de que la autora puede elegir a quien se le cante como el líder, es sumamente irreal que algo así pase acá.

La cantidad de estereotipos con los que la autora llenó el libro me dieron ganas de revolearlo por la ventana: estereotipos de gente rica, de gente pobre, de árabes, ugh, el nivel de ignorancia que destila de esta novela es INSOPORTABLE. Si tenía que leer una vez mas sobre "la rica maltratadora de gente que no es de su nivel económico" o la "pobre que estaba en el colegio carísimo gracias a una beca y era maltratada por sus compañeras" le prendía fuego al libro.

El "plot twist" del final sobre quién es la Sirena lo predije apenas fue introducido el personaje de la sirena. Por favor, todas las pistas llevaban a ese plot twist, fue demasiado obvio y predecible, así que cuando fue la "gran revelación" me entró una decepción con el libro porque de verdad prefería estar equivocada. de verdad no puedo creer ni encontrar creíble el hecho de que esa persona haya terminado ayudando y siendo cómplice de la red de trata. No tengo idea de estadísticas o de si eso es algo que pasa a menudo, pero desde mi punto de vista como lectora, no lo encontré para nada creíble.

Me encanta descubrir libros cómo Cornelia, que aunque no sean novedades te atrapan desde las primeras páginas.

Es una novela policíaca muy bien escrita, con sus toques de misterio e intriga, absorbente, sobre todo una vez que llegas a la mitad del libro, no puedes parar. La premisa principal no es un concepto nuevo, más bien bastante trillado en el género, la desaparición de una adolescente en el Paraje, una aldea Argentina. Lo que si tiene muy a su favor, es la manera de contarlo, la escritora te va envolviendo en un halo de suspense. Todo se va revolviendo entre personajes dispares, giros raros, y sorpresas, pero todo queda bien atado al final, cómo a mí me gusta.

El personaje principal recae en Pipa, una policía de homicidios que por una casualidad decide investigar la desaparición de su amiga Cornelia. Me ha gustado porque no es el típico personaje con problemas extremos y mala leche (que últimamente se ve bastante en el género negro) es una policía normal, con sus cosas de mujer normal. Por eso, algunas escenas creo son bastante reales, no sacadas de una película de ficción. Una novela negra de antaño. No sé excede en ambientación, pero a mí no me ha hecho falta para meterme en la historia.

Contenta con su lectura y recomendada para los amantes del género, y para los que no también, es un buen libro para intercalar entre otros géneros, no es nada aprensivo ni con escenas fuertes, y si bastante lineal en su lectura.

El libro comienza 10 años después de la desaparición de Cornelia Villalba. La familia, sus ex compañeras, la profesora, una vecina fanática de los avisos fúnebres y una misteriosa mujer se encontraran en la misa por Cornelia, y ya nada volverá a ser como antes.
Manuela Pelari (Pipa), compañera de viaje de Cornelia y ahora policía, obtiene mayor protagonismo. Su pasado vuelve y ella decide reabrir la investigación por su cuenta, para intentar encontrar a su amiga o llevarle a esa familia -y a ella misma- una respuesta después de tanto silencio.
Esto la llevara a investigar diferentes hipótesis y a solicitar la ayuda de Alina Zambrano, una vieja amiga. Como no podía faltar, también aparece el toque de romance, que va de la mano del compañero de aventuras de Manuela, Francisco Juánez.
El principio de esta historia, es la hostería Los Alonso, lugar donde se hospedan las chicas 10 años atrás. Allí conocerán a Irma, la dueña, y a sus hijos Livia y Ariel, por quien las muchachas se sentirán profundamente interesadas desde el principio.
Manuela, es una mujer fuerte que a lo largo del libro soporta varias cosas, que investiga y que hasta el final mantiene viva la esperanza de saber qué pasó con su compañera.
Una historia adictiva, con capítulos cortos y atrapantes. Sigues y sigues por la curiosidad de saber que sucede luego. El libro posee un cambio de narrador constante. de esta manera, la información se nos presenta bien dosificada y todo el tiempo estamos descubriendo algo nuevo pero siempre nos falta un dato más.
Al igual que juega con el tiempo, el pasado y el presente se convierten en la llave para develar este misterio.

Una sorpresa!!! Primer libro que leo de esta autora y la verdad que superó ampliamente mis expectativas.
El libro me mantuvo enganchada desde el principio, porque a pesar de que al inicio la forma que eligió la autora de contar la historia, es un poco confusa, no hizo mas que darme ganas de seguir y seguir leyendo.
No cuento nada de la trama porque hay que descubrirla paso a paso, lo que si puedo decir es que es un policial bien autóctono (para las que somos Argentinas), con nuestras palabras y modismo (hecho que siempre me resulta raro por estar desacostumbrada), con un ritmo que no decae nunca y que va enredando y desenredando la trama y sus personajes a medida que avanza. Conviene leer primero los otros dos libros de la autora (hecho que yo me enteré después de empezar con este) porque sus protagonistas también lo son en los anteriores y hay cosas que viene desde esos libros que si no los leíste (como yo) te las perdes, igualmente se puede leer sólo, no pasa nada, sólo un poco de contexto que no se tiene.
El libro, la historia, a mi me gustó muchísimo, me dio asco, nervios, ganas de reventar a todo el mundo, indignación, ansiedad y sobre todo ganas de leer, cosa que últimamente mucho no me pasaba. Una cosa que me faltó es un poco mas de amor entre tanta perversión, me hubiera gustado un poco mas de desarrollo de la historia romántica entre Manuela y Juánez (de la cuál al no leer los libros anteriores) no se mucho, igualmente sospecho que vamos a tener mas de ellos así que no pierdo la esperanza. También tengo que decir que muchas de las cosas que pasan son previsibles y algunas un tanto exageradas, pero eso a mi no me importó demasiado ni afecto mi lectura, igualmente el libro me gustó mucho y seguramente leeré otros libros de esta autora.

La escritora argentina nos deja una novela ambientada en su país, con algunos pasajes en España, Egipto y EEUU; Buenos Aires y la Patagonia destacan en un argumento centrado en la desaparición de una quinceañera durante un viaje de estudios; de fondo, la trata de blancas. Falla la autora –o no profundiza- en explicar los nexos que se tejen alrededor de este repudiable comercio que esclaviza a las mujeres y, en algún momento cae en los estereotipos: los indios, pobres son inteligentes que con becas salen adelante, pero siguen resentidas toda la vida con el entorno y el resto de la humanidad; los ricos, además de ser rubios, son malos y desprecian a los pobres, claro no tan malos que no adopten a un niño, para satisfacer sus deseos maternales; las gordas no son inteligentes. Esta a novela no tiene el carácter de denuncia social de Los hombres que no amaban a las mujeres de Larsson, con su saga Millenium, aun cuando tiene a su genio informático a lo Salander; más allá de esto, cumple con entretener y sorprender al lector al mantener el suspenso y luego, llegar a un desenlace inesperado. Vale la pena leerlo para ver a una mujer latinoamericana que entra a un género, que ha sido tradicionalmente terreno masculino y que además, nos hace ver que esas cosas ocurren aquí, cerca de nuestras casas, con gente como nosotros. Recomendable.