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Esta serie de libros de Norma, está resultando de lo más original, pues aunque tiene un corte romántico por el talante de los personajes y las historias de amor que suceden en ella, tiene también un marcado carácter de denuncia social. En este caso de la mano de Mateo, el rubio de rizos mallorquín que por su conexión con el mar que tanto le enseñó a amar su madre, decide estudiar naútica. Las que conocisteis al de las baleares en El perdón según Marcos, ya sabéis algunas pinceladas de él aunque esta historia, puede leerse de manera independiente. La acción se situa después de su paso por Aranjuez. Junto a sus queridos compañeros de estudios que conocerá en Barcelona donde se traslada a vivir, Marina y Marcelo, se dedicará a navegar por el Mediterráneo hasta que un hecho inesperado lo cambiará todo. Muy lejos de allí, en Suiza, Sofía, una apneista semi profesional debe pasar un periodo en un internado, allí descubrirá cosas importantes de sí misma y también de su familia mientras unos extraños sueños tienen el poder de perturbarla. En general es una historia que me ha gustado, aunque he tenido la sensación de que a veces las decisiones de la autora a la hora de conducir algunos detalles de la trama y las mías no hubiesen sido las mismas, cosa que es completamente normal que suceda de vez en cuando. Una de las cosas que me han gustado es que parte de la historia se desarrolla en Barcelona, mi ciudad. A parte de encontrarte con escenarios facilmente reconocibles, Norma nos presenta un retrato de lo más actual de la ciudad, hablándonos de los manteros, los pisos turísticos o las agresiones homófobas. Tiene una bonita historia de amor secundario que me ha gustado mucho entre personajes de edad más madura. Los detalles de navegación y rescate marítimo dotan de credibilidad a una trama sencilla pero efectiva y en mi caso los personajes y la historia me han ido ganando poco a poco. Las novelas de Norma, al menos las últimas, que son las que conozco, son altavoces que nos invitan a reflexionar sobre cosas injustas que pasan en nuestro mundo. Tienen momentos de humor, que ayudan a rebajar a veces la tensión y le aportan un plus de ternura y diversión sin olvidarnos de un toque de erotismo. En general me parecen un canto a la libertad, la diversidad y la igualdad entre las personas, creo que ya por eso, merecen ser leídas. |
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