El guerrero fantasma

En cuanto el libro llegó a casa, mi hija de 9 años se hizo con él. Sabía que jugaba con ventaja porque a ella le gustan más las aventuras que las historias de princesas, y la portada de este libro promete aventuras a raudales. En cuanto lo comenzó, ya noté en ella que le llamaba la atención, que le "enganchaba", y así fue hasta el final. le pregunté qué le había parecido y, tal y como sospechaba, le había gustado mucho, de hecho, me preguntó por la segunda parte. le había resultado divertido en muchas ocasiones, le gustó el grupo de amigos que forman los cuatro protagonistas y ese toque de emoción e intriga que la hizo seguir leyendo hasta terminarlo.
La verdad es que la historia tiene todos los ingredientes para enganchar. Un grupo de amigos, todos distintos entre sí pero que, por eso mismo, se complementan a la perfección, pues no puede faltar el que muestra mayor arrojo a la hora de lanzarse de cabeza a una aventura, y el más sensato, el que pone en la mesa el sentido común. Pero son leales y la estima que sienten los unos por los otros es sincera, por lo que es fácil empatizar con ellos e incluso preocuparte porque sabes que van directos a meterse en algún lío. El autor introduce el tema de la mitología de forma muy acertada, añadiendo un toque de magia y superstición a ese misterio que encierra la historia, dotándola de intriga y atrayendo aún más al joven (y no tan joven) lector porque, además, se dan situaciones muy divertidas. Para un adulto, es rápido de leer, son unas 130 páginas, pero está muy bien escrito, con un vocabulario que no es en absoluto infantil, pero de fácil comprensión para ellos. Y como toque final, la guinda del pastel, esas ilustraciones que dotan de vida a los personajes. Son extraordinarias y muy acordes con la historia y su estilo. Sin duda, continuaremos leyendo la saga de Vinlandia.