Es increíble cómo es capaz de desmoronarse el mundo de un momento a otro. Se tienen planes, proyectos, ambiciones, sueños... pero todo puede torcerse. La vida es traicionera. Basta con que te arrebate lo que más quieres para saber hasta qué punto. ¿Y ahora qué? Eso es lo que me pregunto. ¿Merece la pena continuar? Ojalá lo supiera... Me he dado cuenta de que no estaremos aquí para siempre, de que la existencia es solo pasajera y que cualquier persona, por muy importante, prestigiosa o famosa que considere, solo es una ínfima parte de un mundo cambiante y caduco. Simples motas de polvo que antes de darnos cuenta desaparecerán. |