Manderley en venta y otros cuentos: 281

“Aquellos días de mi infancia transcurrían a cámara lenta, como si estuviéramos dentro de un acuario y todo respirara a un ritmo distinto, amortiguado”.

El nombre de la mansión a la que hace referencia el título, es ya toda una declaración de intenciones de lo que van a ser estos relatos porque muchas de las historias se cuecen en el interior entre cuatro paredes con la mente quizás como gran protagonista: el espacio interior como una especie de voyeur de las relaciones personales. Y tengo que decir que a medida que leía estos cuentos siempre me venía a la mente Emily Dickinson y ese poema suyo colosal:


"No es necesario ser un cuarto - para estar embrujado
ni una casa -
el cerebro tiene corredores - que superan
los lugares materiales - "(E.D.)


La mayoría de estos cuentos están dentro de mi calificación de gótico más puro, porque aunque sean historias contemporáneas y tengan su gota de humor e ironía, la mayoría de las historias por mucho componente irreal que tenga, también son historias muy de ahora, con las que te puedes identificar muy fácilmente. La rutina, la normalidad de todos los dias transfigurada quizás por la mente y convertida en obsesión y turbación.

No voy a destacar ninguno de los cuentos porque me han parecido colosales todos; muchos me han impactado, otros me han hecho sonreir pero en conjunto me han impresionado muchísimo. Patricia Esteban Erlés tiene un estilo claro y directo pero hilado con una finísima ironía que se te queda grabado. Uno de los grandes descubrimientos de este año.

“Una es el fantasma de la Otra, Otra es el eco de Una, se dice. Las dos toman posiciones en la oscuridad de una esquina del dormitorio, él solo espera en el centro exacto de la cama”.
Enlace: https://kansasbooks.blogspot..