En este libro nos encontramos con protagonistas de 11/12 años. La narración es perfecta para ponerte en edad y en el ambiente escolar, un sinfín de frases cortas, como una catarata de pensamientos. Los sucesos son sencillos: una semana de clases en un colegio para varones, los maestros que se preocupan por ellos y aquellos que dejan que Adelaida, la secretaria, (una suerte de Tronchatoro) les pegue y los maltrate, juegos y rutinas. Todo esto entremezclado con la situación social y política de la última dictadura militar de nuestro país, pero desde la visión de estos chicos, aunque no se pone énfasis en este tema. La trama gira en torno a ellos, al paso de la infancia a la adolescencia, el crecer y asumir responsabilidades, y también descurbirse a sí mismos. La historia la narra Alejandro, pero están involucrados sus amigos y su familia. Me hubiera gustado un poco más de profundidad en los personajes, sobretodo de los adultos que rodean a estos chicos, para poder entender mejor algunas acciones. Una lectura ágil, distinta y, sobretodo, narrativa argentina 👌🏻 |