Nuestros deseos son los peores enemigos del alma.
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Nuestros deseos son los peores enemigos del alma.
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La memoria era siempre caprichosa, lograba robar a los hombres la paz, trayendo a su mente episodios terribles o monstruosos sentimientos de culpa, pero a veces jugaba a borrar de nuestras mentes los momentos felices, aquellas cosas por las que realmente merecía la pena vivir.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?