La maldición de los reinos

Cuando alguien sea capaz de amarte de corazón a pesar de tu aspecto, el hechizo se romperá, y tú y tus sirvientes recuperaréis lo que es vuestro

¿Adónde van los sueños al despertar?

Has demostrado ser capaz de amar. Has conseguido ser amado.
Has enterrado tu egoísmo y arrogancia. Has hecho florecer a aquel
que un día fuiste. Por todo ello, has ganado el derecho a vivir
y reinar. Bienvenido de vuelta, príncipe.

La magia es un amanecer, es una rosa en flor, es el canto de una sirena, un camino de baldosas amarillas, las páginas de un libro o mirar al horizonte e imaginar lo que en él se esconde.

Los minutos se le antojaron horas, e incluso días. Nunca se había parado a pensar que, cuando esperas algo con miedo, el tiempo se posiciona en tu contra y decide ir más lento para causarte mayor sufrimiento.

Sin embargo, él sabía bien que las palabras podían aportar detalles que no había en los dibujos. Un olor. Un sabor. Un sentimiento. Cosas que solo las palabras podían hacer llegar al interior, al corazón y a la mente.

Nunca se había parado a pensar que, cuando esperas algo con miedo, el tiempo se posiciona en tu contra y decide ir más lento para causarte mayor sufrimiento.

Y por fin llegó el día que ella no apareció en su corredor. Ya la estaba esperando oculto detrás de la puerta que daba al pasillo. Aguardó a la muchacha largo rato y no oyó nada. No escuchó sus pasos amortiguados por la alfombra rubí ni su voz cantarina tarareando alguna dulce melodía.