Tener y no tener

En aquella dorada época estudiantil habían tres razas reconocibles:

Los de letras, que iban con Homero en una mano y la lira en la otra.

Los de ciencias, con gafas y entradas. Estos siguen igual. Nada han evolucionado.

Y por último, esa gran clase social de macarras a la que pertenecí: los mixtos.

Estos cabroballeros son los que poco después acabaron (acabamos) cerrando bares jueves y festivos jugando al duro, apestando a cerveza y filosofando de mujeres y libros. Homos erectus.

En mi círculo todos leían a Hemingway sobre todo, en épocas de exámenes, no faltaba el gracioso que aparecía con un ejemplar de Por quién doblan las campanas.
En ese entorno, saliendo de mi área de confort (Mortadelo y Filemón) me decidí por Tener y no tener, por socializar.

Henry Morgan, personaje de esta historia me atrapó, duro, tosco pero con principios, héroe de pelo en pecho y poca fortuna. Abocado al contrabando de ron por falta de ventura en sus anteriores trabajitos y bocas que alimentar.

Y me atrapó de tal forma que los jueves a la hora de lo divino y lo humano a mi me importaba un bledo la diferencia social, la moralidad, la insolidaridad que subyacen en la novela, lo que más me preocupaba lo que más valoraba es el buen ratito que me había hecho pasar, más ante la llegada de los exámenes donde corría siempre el rumor de que jtuan Pablo II me iba a canonizar, ¡pobre Daddy! en esa época ya andaría de sms con San Pedro (no había WhatsApp)

No soy experto en Hemingway, he leído poco y sin profundizar, pero esta novela cumplió los requisitos indispensables, orden, buena prosa y evasión.
¿La enseñanza?

¡Mantente alejado de las balas y saca de una maldita vez la botella de ron!

Formulada como una serie de relatos, con un eje central, la formulación de esta novela, a pesar de una aparente simpleza, esta plagada de contrastes entre los bien estructurados personajes, que van siendo definidos por sus acciones, a los cuales Hemingway no dota de un carácter específico,; excepto Harry Morgan , el protagonista, quien sin embargo adapta su actuar a las circunstancias, .
Tener y no tener es esa linea divisoria marcada por la carencia de solidaridad, de escrúpulos, de conciencia, regida por el dinero , motor indiscutible de la acción y fuente de los conflictos y dramas que saturan la novela.
Es obtener, es desear, es resarcirse, incluso dormir y disfrutar en base a tenerlo y sufrir por ello, no tenerlo y también luchar para obtener aún un poco. Con excepción de los personajes principales. El duro, e imbatible Harry, su esposa Marie. Guiados por la solidaridad de uno hacia el otro, la fidelidad y respeto de la relación, pero no más.
Harry, pescador, lanchero, contrabandista, transgresor de la ley, siempre en pro de el bienestar de su esposa.
Se embarca( literalmente ) en asuntos turbios, para lo cual usa su bote, y va hundiendose cada vez más, perdiendo literal y figuradamente su humanidad y ética a pedazos. Además de sus pocos amigos .
En tres capítulos, que narran estas aventuras plagadas de desventuras, navegación, pesca, y luchas interiores y exteriores, trafica, licor personas y participa indirectamente en el robo a un banco, con consecuencias cada vez más desastrosas
En el tercer capítulo convergen ademas las historias de los habitantes de Cayo Hueso en Florida , en la época en que Cayo Hueso, era un hueso duro de roer, y no el idílico sitio en que el tener dinero lo ha convertido.
De Cuba a Florida poca diferencia en aquellas épocas, y menos aún por mar.
Hemingway, joven e imberbe, “ tener y no tener “ clara muestra de la técnica Iceberg. Mucho más lo profundo que lo escrito y sobresaliente...mente .
La “ peli” muy Hollywoodense , sin la profundidad de la novela, pero con actuaciones que reflejan el contexto de la misma aunque se queda en una simple adaptación. Con dos cambios fundamentales, es solo un segmento de la novela, y esta ambientada a finales de la segunda guerra y en la Isla de Martinica. Con un final....completamente diferente.
Hemingway, siempre Hemingway. Bogart, siempre Bogart