InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de LirioForzado


LirioForzado
16 February 2023
Si no puedes ser feliz limpiando los platos, no puedes ser feliz.

Esa frase me desgarró tanto que pensé ponerla en mi piel, pero ¿le hago justicia?

Si nunca me conformo, si no he terminado el contrato de alquiler de una casa y ya estoy buscando la siguiente, a ver si en esta los vecinos son tranquilos, si dura el agua caliente…

¿Realmente necesito tatuarme una lección que de tanto pensar cómo ilustrarla y en qué hueco del cuerpo plasmarla ya se ha grabado en la mente?

Me la tatuaría para poder releerla cuando la necesite, cuando los nervios me impidan pensar algo tan simple como contar hasta tres antes de responder mal a un cliente.

Si no puedes ser feliz cortando jamón (finito, pero que no se rompa), no puedes ser feliz. Puede parecer un consejo o una amenaza. Todo depende de cómo lo leas. ¿Pero de qué me vale? Si la uniformidad elimina todo rastro de identidad, oculta toda tinta que no sea blanca nada, marrón mierda o verde dinosaurio.

¿Está bien tatuarme la frase de una autora que no he leído más que mencionada en el libro de otro autor (Plantéate esto, de Chuck Palahniuk)?

No sería la primera vez que hago algo así. Tengo tatuada una frase de Green Day que no sabía que era de Green Day. Para mí, Jesus of Suburbia y la frase I don't care if you don't care era, es y seguirá siendo de Hellions.

Total, que no se puede ser tan poser dos veces, que tenía que adentrarme en la autora antes de pensar en tatuajes.

Y qué gran decisión.

La que no fue tan buena fue empezar a leer “para ver si me entra sueño, que ya son las dos y mañana toca madrugar.”

Porque lo que pasa con Nora es que parar de leer no es tan fácil como cerrar el libro. Su voz resuena. Es esa amiga que no quieres que se calle nunca, que siga criticando, que disfruta especialmente de su plato cuando tiene cerca a un comensal del que reírse.

Nora resulta interesante hasta cuando habla de enredos entre famosos que no conoces. Como leer los carteles en un zoo, con nombres en latín que se te olvidarán nada más te encuentres con el siguiente, pero divertido.

Nora hace de los fracasos una anécdota y de cualquier anécdota una lección, aunque no la pidas. Nora da hambre y quita sueño.

No me acuerdo de nada me recuerda a esa serie documental de la que no me acuerdo del nombre y no voy a buscar, pero bueno, era esa en la que se supone que el capítulo iba a ir sobre un risotto y acababa por investigar el efecto mandela y las conferencias alrededor de esto hasta que, cuando ya te has olvidado del tema principal, te vuelve a hilar el risotto de su abuela. Se parecen en la naturalidad con la que se pasean entre los extremos del relato.

Hablaría de los fragmentos en los que te hace reír cuando realmente tenía la intención de hacerte llorar, como el capítulo en el que Nora fue un pastel de carne, o en el que tuvo una relación complicada con el Scrabble o ese otro en el que habla de su cortísima (e innecesaria) vida como heredera. Pero temo que, si Nora lo viese, me criticaría. Porque a una minimalista no se le expone por fascículos, se le lee de un tirón.

Este fue el último que escribió antes de morir y el primero, pero no el último, que leeré de esta autora que, como bien dicen, es un género en sí misma.

Y bueno, como diría Palahniuk: bendita seas, Nora Ephron, que una de tus muchísimas tumbas esté siempre en mi cabeza.
Comentar  Me gusta         31



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(3)ver más