La hermana menor

Mariana Enriquez construye mas que una biografía, o un retrato de Silvina Ocampo.
Desgrana una crónica fundamentada en lo que convierte a Ocampo en un Ícono, su literatura, su singularidad, las circunstancias que la colocaron en esa posición de privilegio, no sólo tener una habitación propia, además las relaciones familiares y artísticas con los nombres más destacados de las letras argentinas de su época.(Bioy Cazares, su marido, Victoria Ocampo, su hermana, Borges, su gran amigo, Pizarnik , su eterna admiradora , Mujica Lainez, amigo y cómplice, entre muchos otros )
Factores que labraron su personalidad de desapego, aislamiento y su falta de adhesión a las normas, convenciones e ideologías, que se ven reflejadas en una literatura con técnica e identidad propia, alejada de lineamientos que han demostrado su peso a lo largo de los años.
constante asociación de niños, perversidad, temores, sueños y fantasías.
Tomada de la mano de quienes la conocieron. Trataron, tuvieron la fortuna de alternar con ella, Enriquez crea una imagen en acción, un retrato vivo, con claro- oscuros que colorean e iluminan acerca de la vida de “ la verdadera reina de la gracia y la poesía “ . En base a entrevistas, recolección de publicaciones y, lo más importante, menciones breves pero sustanciosas de su obra y publicaciones.
Su penosa desaparición, ensombrecida por la enfermedad que lleno de sombras su memoria y noción de la realidad, de quien siempre hizo gala de la fantasía y el recuerdo de lo no sucedido, para plantarlas en la memoria colectiva.
Triste epitafio, para tan prolífica creadora “ quiero escribir un libro que hable de nada “ estremecedoras palabras que cierran el último libro que escribió

No le voy a negar el pedazo trabajo de investigación, el esfuerzo de darle voz a una figura femenina olvidada y como siempre lo bien escrito que está a Mariana Enriquez, pero este libro no me gustado.

Silvina Ocampo fue una escritora, poetisa, artista, pintora argentina durante los años 50 y 80. Hija de una familia muy numerosa, la última de todas las hermanas pasó desapercibida para su familia y para todo el mundo. Como siempre a la sombra de su marido, también un niño rico, que además le fue infiel toda su vida. Tan desapercibida pasó que ni nombre en su tumba hay.

Me ha costado mucho leer este libro, igual soy un poco fría y desinteresada, pero a mí la vida de los ricos no me interesa. No me interesa su vida, ni sus líos familiares, ni disputas ni nada que les relacione con la alta sociedad y como se codeaban con otras personas ricas de la época. Me cuesta creer o apreciar sus obras porque el dinero lo compra todo y no le veo ningún mérito.

Así que este libro está lleno de disputas familiares, romances, anécdotas de niños ricos de cómo conocen a otros ricos y cómo pasan su vacaciones en París con amantes que se comparten los unos con los otros. Y entre todo esto embrollo, está Silvina que el que la recuerda, a penas habla de ella, siempre sale la figura de su marido. Y aunque con mucho esfuerzo Mariana intenta que la historia gire en torno a ésta mujer se queda vacía, porque por desgracia, las mujeres hemos sido un cero a la izquierda durante mucho tiempo.

He aprendido mucho, tengo que ser sincera, yo no sabía quién era ésta autora. Hay cosas que si me han llegado al corazón, la tristeza de esta mujer, sus ganas de ser madre frustradas, la indiferencia de la familia, no ser reconocida en ningún aspecto de su vida, pero es verdad que tampoco me ha removido el alma.

Una gran escritora hablando de otra gran escritora, LA HERMANA MENOR es un ensayo que busca poner en valor a Silvina Ocampo en el que Mariana Enriquez dialoga con personas, personajes, otros ensayos y películas que estuvieron cerca o que se ocupan de ella.

El recorrido no deja aspectos sin tocar de la vida y de la obra de la Ocampo. Y, maneja la hipótesis de que Silvina no fue una víctima de “los monstruos” que la rodearon: Victoria Ocampo, su hermana mayor; Jorge Luis Borges, el amigo de su marido, y Bioy Casares, su marido infiel. No, ninguna víctima. Aquí aparece una mujer que tenía la perversión de una niña mala, que no podía terminar de hacerse cargo de nada y que no puede tolerar los límites de las convenciones.

Se reseñan y comentan cuentos y reseñas de esos cuentos, ordenados cronológicamente y relacionándolos con acontecimientos de su vida personal.

Imprescindible para quienes quieran arrimarse a leer a Silvina, Y mucho más que muy recomendable para quienes quieran saber sobre esta autora argentina y su entorno socio cultural. O, simplemente, para quienes quieran regodearse con chimentos de la alta sociedad nacional.

La hermana menor de las Ocampo (con Victoria a la cabeza), pero escritora mayor, compañera de vida de Adolfo Bioy Casares e íntima amiga de Jorge Luis Borges, vivió a su manera, protegiendo su vida privada, sin dar explicaciones, fantástica, fuera de las convenciones y movimientos culturales, irónica, con una imaginación descomunal, adelantada a su tiempo, con su peculiar mirada de reojo, desconcertante, curiosa, que se deja sorprender y sorprende.

Mariana Enriquez —sirviéndose de numerosas fuentes bibliográficas, libros, textos, artículos, testimonios y entrevistas de amigos, críticos, parientes…— da las pinceladas para intentar retratarla, una intensa investigación, que nos la aproxima desde múltiples enfoques, pero Silvina es inclasificable, inabarcable, indescifrable, como su escritura, y continuará revestida con la corteza protectora mediante la cual siempre quiso permanecer oculta: el misterio.

Mariana Enriquez construye mas que una biografía, o un retrato de Silvina Ocampo.
Desgrana una crónica fundamentada en lo que convierte a Ocampo en un Ícono, su literatura, su singularidad, las circunstancias que la colocaron en esa posición de privilegio, no sólo tener una habitación propia, además las relaciones familiares y artísticas con los nombres más destacados de las letras argentinas de su época.(Bioy Cazares, su marido, Victoria Ocampo, su hermana, Borges, su gran amigo, Pizarnik , su eterna admiradora , Mujica Lainez, amigo y cómplice, entre muchos otros )
Factores que labraron su personalidad de desapego, aislamiento y su falta de adhesión a las normas, convenciones e ideologías, que se ven reflejadas en una literatura con técnica e identidad propia, alejada de lineamientos que han demostrado su peso a lo largo de los años.
constante asociación de niños, perversidad, temores, sueños y fantasías.
Tomada de la mano de quienes la conocieron. Trataron, tuvieron la fortuna de alternar con ella, Enriquez crea una imagen en acción, un retrato vivo, con claro- oscuros que colorean e iluminan acerca de la vida de “ la verdadera reina de la gracia y la poesía “ . En base a entrevistas, recolección de publicaciones y, lo más importante, menciones breves pero sustanciosas de su obra y publicaciones.
Su penosa desaparición, ensombrecida por la enfermedad que lleno de sombras su memoria y noción de la realidad, de quien siempre hizo gala de la fantasía y el recuerdo de lo no sucedido, para plantarlas en la memoria colectiva.
Triste epitafio, para tan prolífica creadora “ quiero escribir un libro que hable de nada “ estremecedoras palabras que cierran el último libro que escribió