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Después de leer la sinopsis, que me gustó mucho, tengo que reconocer que me ha costado engancharme al libro. La historia nos la cuentan cuatro personas que tienen puntos en común y que a lo largo de sus relatos nos van contando y desgranando su historia y parte de la historia de Cuba. Aunque al principio dije que me costó engancharme, al final lo hice porque cambié el chip, y me di cuenta que es un libro para leer despacio, y por supuesto merecedor del XX Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones que ha recibido.
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