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El libro es breve (en cierto modo se me ha hecho corto sobre todo por dos razones, porque es breve ( cuando algo gusta y se acaba te quedas con la sensación de que te apetecía seguir disfrutando) pero intenso y aprovecha cada tema, cada momento para desplegar sobre la trama muchas de las peculiaridades que se dan en ese trabajo y de forma velada en algunos momentos hacernos partícipes de ciertas reflexiones. Un libro con un humor fácil, ese momento que llega, se cuela en tu lectura y te roba una carcajada casi sin darte cuenta, cuando ya vas por el siguiente párrafo. En cuatro actos y un soliloquio que ha conseguido arrancarme alguna lagrima distraída mientras lo leía (si, lo reconozco, esa parte final me ha llegado hondo) esa dividido el libro y en el que Satu nos hablará de sus interminables jornadas laborales que harán que casi viva en el hospital. De esos congresos que se organizan en cada ámbito laboral y que arrastra toda una fauna de personajes dignos de estudio y análisis. Curiosidades dentro de los hospitales y por último un interesante paseo por esas historias paranormales que son leyendas en ciertas plantas hospitalarias. Resumiendo sensaciones, he pasado un buen rato con un libro con aires melancólicos, como cuando Satu recuerda con cierta nostalgia ese curriculum laboral, que le llevó a encontrar buenas personas lejos de su país o el amor donde menos se lo esperaba. Positivo en muchos momentos, buscando siempre el lado bueno de las cosas por muy duras que estas vengan dadas a veces, y mostrándonos que al final no estamos solos. Lo mejor, que aunque sea un libro de humor la carga reflexiva es palpable y nos sirve para pasar un rato fantástico y hacernos pensar que no es poco. Nunca hay que perder la sonrisa cuando tratamos con los demás, nunca hay que juzgar a los demás porque no conocemos sus vidas. Enlace: http://librosenelpetate.blog.. |
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