Y así fue como aprendí a sonreír, llorando.
|
Y así fue como aprendí a sonreír, llorando.
|
El humor resulta muy hermoso, y a veces con amoxicilina no basta, el cuerpo se cura pero el alma sigue rota. La risa nos acerca a las personas, y los pacientes los hace emocionalmente fuertes y libres para decidir cómo afrontar su dolor.
|
Sin duda, en mi historial de personas que creen que la ^H^ de la entrada es de Hotel y no de Hospital, y que la pulsera en la muñeca con sus datos es como llevar la del "todo incluído", el récord absoluto lo ostenta una mujer de sesenta años que, sin dudarlo, pulsó el timbre a la una de la madrugada...
|
No es fácil encontrar a una persona que entienda que los turnos de mañana, tarde y noche organizan nuestra vida
|
Porque a los sanitarios nadie nos prepara para sobrellevar el dolor ajeno, ni para trabajar con la muerte cara a cara.
|
Ahora, echando la vista atrás, me doy cuenta de que me hice mujer en los pasillos de un hospital.
|
No hay nada como volver a un lugar que apenas ha cambiado para darte cuenta de todo lo que has cambiado tú.
|
Cada uno es libre de arruinar su vida como quiera, y algunas nos hacemos enfermeras.
|
Está claro que hay personas que pasan por tu vida para enseñarte todo lo que no hay que hacer, y él era una de ellas.
|
¿En qué año realizó Kubrick la adaptación de "Lolita" de Vladimir Navokov?