Las uvis de la ira

Otro libro más de mi enfermero favorito, a ese al que no le pasó nada, al que no quisieron quemar en la hoguera por escribir con pseudónimo de mujer, con quien sé que voy a pasar un buen rato. Admito que ese rato ha sido mucho más corto de lo que me tiene acostumbrada, pero ahí estoy, cerrándolo y dejando todo el estrés, la mala leche y otras cosas que me sobraban dentro.
Otro paseo de la mano de “Satu”, acompañándola en sus anécdotas con enfermos dentro y fuera del país, en su lucha por conseguir un contrato digno (que no llega), o al menos de larga duración, como tantos otros en tantas profesiones dentro de estos cuatro puntos cardinales nuestros.
Un libro para leer en un rato, que siempre funciona para desconectar. Lo recomiendo.

Una vez más es un libro corto, con mucho humor y con el que te sentirás identificado si has pasado por este loco servicio sanitario. Se lee en un rato de tarde de sofá y manta y es entretenido, aunque el que más me gustó fue el primero.
Es verdad que son anécdotas divertidas y reales, pero el autor lo une con un toque de crítica hacia el estado de la sanidad pública o la necesidad de emigrar a Inglaterra de ciertas enfermeras, lo que me gusta mucho de estos libros.