Momo

Momo es una de esas historias que nos conmovieron de pequeños y que de mayores nos surte el mismo efecto. de hecho, creo que Momo advierte a los niños y reprende a los mayores. Y es que, los niños que fuimos no supimos ver el mensaje de Momo, o no lo recordamos, y ahora de adultos cometemos los mismos errores que cometen los padres de esta tierna historia.

Todo aquel que ha leído esta novela estará de acuerdo en que por mucho que la etiqueten como literatura infantil o juvenil, debería de ser lectura universal para todas las edades. Momo escucha a los demás, es una persona comprensiva y podemos aprender mucho de ella, da igual la edad que tengamos. Uno de los males de este siglo es que queremos expresarnos, vemos claro ese derecho, pero se nos olvida escuchar. Momo nos escucharía como solo ella sabe, y a través de su ejemplo podemos ver que también nosotros debemos escuchar un poco más a los demás.

Pero la reflexión que me parece fundamental de este libro es el tiempo que pasamos con los demás: es cierto que a veces cuesta mucho sacar algo de tiempo incluso para ti, pero a veces ni siquiera lo sacamos para los demás. Tanto uno como el otro son importantes, y más si se trata de tus propios hijos.

Quizá parezca más simple de lo que es, pero Momo me parece una lectura imprescindible.