NaN Muda. Con la lengua entumecida. Sin saber que decir. Sin querer malgastar unas palabras que no servirían de nada. Así me he quedado tras leer por cuarta vez a Akwaeke Emezi. Muda y con un gran nudo en la garganta. Un nudo que ha cogido sitio, que no quiere abandonarme. Un nudo que no se ha difuminado ni llorando. Muda, sin palabras que hagan justicia a semejante obra. Sin duda, mi favorita. ‘Para Senthuran' es la obra más personal de Emezi, la que mas me ha acercado a elle, la que ha hecho fácil que me ponga en su piel aun sabiendo que nunca podré sentirme de la misma manera. Y ahí es donde está la magia, ¿no? Es su obra más personal porque se abre en canal y nos permite acercarnos a lo que ha sentido a lo largo de su vida. Reconozco que comencé a leer con miedo. Tras leer la biografía de María Antonieta veo los diarios, memorias, de otra manera, pero en ningún momento he sentido que me estaba entrometiendo en su vida. Lo narra de una manera tan bella y confidente que no lo he sentido como una invasión. A través de cartas desgarradoras, destinadas a las personas que le rodean o rodearon en algún momento, nos permite ver el mundo a través de sus ojos. Se desahoga, se vacía. Un viaje, lleno de baches, por su vida. Un viaje por sus miedos, su tristeza, su dolor, sus dudas, su evolución y su gran cambio. Un viaje por la creación literaria. Ha sido increíble leer lo que significó para elle el escribir, y posteriormente publicar, su primera novela. «En Instagram todo parecía maravilloso; en la realidad era un puto infierno.» Pero más increíble ha sido ir aprendiendo a su lado, porque su vida, su testimonio, enseña. He llegado al punto final y he sentido la necesidad de volver sobre mis pasos, de leer todos esos fragmentos que he ido subrayando. Han pasado los días y lo he tomado como un ritual, abro el libro de nuevo, me dejo empapar por la voz de Akwaeke Emezi, por su mensaje tan potente e importante. Me es imposible dejarlo en la estantería. Me es imposible despedirme de esta gran obra. + Leer más |