La dama pálida

Pues sí, hoy toca una de vampiros de Dumas. Se dice en ls sinopsis que fue publicada en una época intermedia de la literatura vampírica (muy prolífica, por cierto): entre el temprano y fundacional vampiro de Polidori y la “Carmilla” de le Fanu, pero lo cierto es que carece del tono romanticista del primero y pasional/sexual del segundo. “La dama pálida” tiene personalidad propia y fue publicado en una antología de cuentos de terror llamada “Los mil y un fantasmas”.

¿Cuál es la aportación de Dumas a este subgénero? Pues una historia ambientada en 1825 durante unas revueltas polacas contra Rusia. La hija (Hedwige, nuestra narradora) de uno de los sublevados debe huir en busca de protección hacia un monasterio situado en los Cárpatos y, de camino hacia allí, por circunstancias que no tengo espacio para explicar, acaba en el castillo moldavo de Brankovan, donde dos hermanos muy distintos entre sí se enamoran de ella… y como Hedwige bien dice en cierto momento, es entonces cuando empieza el drama.

Hasta aquí nada demasiado vampírico, ¿no? Y es que sí, es un relato, pero aún así Dumas se las apaña para dosificar los tiempos. La ambientación se cuece a fuego lento con detalles aquí, escenas allá, convirtiendo ese castillo gótico moldavo del siglo XIV en una jaula inhóspita con barrotes de oro y tensando la rivalidad entre los hermanos hasta el punto en que mascas la tragedia. El modo en que el vampirismo entra en la historia queda para quienes se decidan a leerla.

Esta edición también incluye otro relato mucho más breve, “Historia de un muerto contada por él mismo”, que ya había leído pero que he vuelto a leer por si cambiaba de opinión sobre su frase final… y nada, no ha habido suerte, sigue sin gustarme como lo resuelve Dumas. Esa frase es un cortarrollos total 🤣
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