No hay bestia tan feroz

Soy un lector muy ocasional de este género literario, así que seguramente estaré completamente equivocado, pero creedme, yo soy el primero que lamenta que este libro no me haya gustado tanto como esperaba (esas malditas expectativas).

Excepto por un episodio puntual de las dos primeras partes y la breve tercera, me ha parecido un libro flojillo. No he sido capaz de meterme en esa novela absorbente que se describe en la mayoría de las críticas que de él he leído. La he encontrado plana y sosa en general. Tampoco he visto por ningún lado ese análisis psicológico de personajes complejos que algunos apuntan y, desde luego, nunca se me ocurriría calificarlo como el libro más bello jamás escrito sobre... sea la cosa que sea. Vamos, que no le he encontrado la gracia, y no me refiero solo a que el sentido del humor se lo debió guardar el autor para mejores menesteres.

Dejando aparte temas como el deficiente sistema penitenciario americano, la vida de delincuencia del ex convicto como única alternativa real (muy existencialista para mí), incluso como la alternativa que esta sociedad se merece, o la adición a las drogas como compensación a una vida de mierda, es un libro sobre la lealtad y la amistad, aunque a veces su tratamiento me haya parecido un tanto pastelón.

Eso sí, el tío habla de lo que conoce y de una forma que quiere ser objetiva. Todo suena muy creíble, aunque quizás ese enfoque frío que el autor parece que quiso darle a la historia consiguió precisamente eso conmigo: que me distanciara. Y creedme que lo lamento.

Estamos ante una novela negra estadounidense, en la que sin duda bebe de la experiencia del autor, no en vano con sólo 16 años ya se había convertido en el preso más joven de San Quintín.

Cárceles, fugas, pero sobre todo la desesperación a la que se ve abocado el protagonista, porque no le queda otra opción que la huida. No hay redención posible una vez entra en el sistema penitenciario y no hay otra opción que la de delinquir cuando vuelve a la circulación.

Esa atmósfera de huida hacia delante, hace que quieras leer un capítulo más, y que sea de esos libros que te enganchan y atrapan hasta altas horas de la madrugada, porque a medida que avanza la historia el ritmo va in crescendo y cada página hace necesaria la siguiente.

Sin duda es de esas combinaciones extrañas en las que hay una buena historia, muy pulcramente redactada, en una edición cuidada.

Cuando empecé a leer este libro estaba buscando una historia ambientada en Los Ángeles de los años 80's, 90's, quería un personaje que viviera al día, que se las rebuscara, a lo que nos tiene acostumbrado Bukowski. Me encontré con un criminal en libertad condicional que se intenta reintegrar a la sociedad y que hace todo lo posible para ser "un buen ciudadano", pero es difícil escapar del pasado. Lo que más me gustó de este libro fue la ambientación y la evolución que tiene el personaje.

Saludos.

La obra editada por Sajalin es oro puro.
Una historia frenética y bien ensamblada, unos diálogos certeros y una creíble voz narrativa; todo ello unido a la alegría que causa comprobar como la novela abandona los caminos más trillados y transitados para transcurrir por senderos más angostos e incomodos. Gran novela.