Una novela muy entretenida, en la cual se muestran dos mundos contrapuestos: la Ribera, barrio en el que conviven asesinos, ladrones y prostitutas en un ecosistema con sus propias normas y leyes, y la Colina, donde la aristocracia vive enfrascada en su ambiente de falsas apariencias, intrigas y conspiraciones. Resulta interesante ver como estos dos mundos, en teoría tan distintos, son igual de decadentes a la hora de la verdad, siendo el dinero, y la mal llamada elegancia lo único que diferencia a los criminales de los nobles. Una obra ligera y muy disfrutable. Personalmente, no creo que lea el resto de obras relacionadas con este mundo, dado que el final me ha dejado satisfecho, pero estaré atento a partir de ahora, por si me cruzo con alguna otra novela de esta escritora |