Cranford

He aquí un relato acerca de la forma como los códigos de conducta y las normas sociales en un pueblo de la Inglaterra rural condiciona los modos de vivir, y en el que las mujeres son absolutas protagonistas. En un tono entrañable, la narración se aproxima a las vidas sencillas y amables de los personajes. Sin suceder nada del todo extraordinario, se percibe el inmenso impacto que los pequeños acontecimientos tienen en las vidas de sus habitantes.
Las crónicas que se recogen en este libro de Gaskell tienen marcado tono costumbrista y se desarrollan con cierto sarcasmo e ironía, especialmente por lo que se refiere a las convenciones. Las narra uno de los personajes que, si bien constituye un elemento más en ese entorno social, adopta la suficiente distancia respecto de los hechos como para que sintamos que estamos accediendo de forma privilegiada a las vidas privadas de cada una de estas mujeres, cuya forma de conducirse en la vida no puede sino admirarnos por la solidez de sus amistad, por su ingenuidad y por su generosidad.
No se trata de una novela especialmente dinámica y ágil; no hay una gran historia ni hay personajes especialmente interesantes pero destila tanta serenidad y bondad que una se queda atrapada irremediablemente en sus páginas. Es una novela ideal para conocer las restricciones sociales que encorsetaban las vidas de las mujeres en la época victoriana, hasta alcanzar sus propias relaciones privadas y de amistad. Y en cierto modo, es una novela sobre la sororidad femenina.