 |
En Los Suelos, la guerra entre la capital y el resto del reino es inminente. Cada vez resulta más evidente que la Reina de Medianoche, Suyai, no es más que un títere de sus consejeros, quienes la manipulan para que la rueda se mueva a su favor. Angrod es un mercenario quien, creyendo que por fin había encontrado algo de paz, ve su vida derrumbarse gracias a la guerra. Sedna es una chica a quien la vida golpeó muy fuerte y no puede hacer otra cosa que levantarse cada vez más fuerte. Kuru es puesto al mando de Los Hombres de Pie, y no quiere más que justicia. El Tigre es un jenízaro, un híbrido entre humano y animal, que por su condición es tratado como basura por toda la sociedad. El destino los lleva a conocerse y emprender su camino en busca de venganza y tal vez, una salvación para todos: Una daga perdida, la cual se cree que tiene propiedades mágicas que devolverán la razón a la Reina. Veo que varias personas lo están comparando con Juego de Tronos, y si bien puedo darles la razón por ciertos aspectos, la verdad es que me remonta más a Skyrim, uno de mis videojuegos favoritos de fantasía épica en el que esta novela bien podría ser una misión secundaria. Me alegro mucho por haberme topado con este libro, más que nada porque es de un autor nacional, y creo que la fantasía hecha en Argentina no tiene el reconocimiento que se merece. Llamó mi atención ni bien lo vi, principalmente porque hace mucho no leía fantasía épica. El prólogo me hizo entrar en dudas, porque empieza un tanto romántico, como una leyenda o cuento popular, lo que me hizo ir con la guardia baja para lo que venía después. Si hay algo que me gusta en la literatura juvenil –o por lo menos en los sellos editoriales juveniles- es que no tengan miedo de mostrar un lado más grimdark del género. Los primeros capítulos están cargados de dolor, muerte y desprecio, así que lo primero que me gustaría agregar es que hay dos trigger warning necesarios de aclarar que no considero spoiler, para que no los agarre de improviso: violación y aborto en una menor de edad. La construcción del mundo se me hizo muy interesante, en especial por los jenízaros: híbridos que hacen una transición animal a humano o viceversa, haciendo que sus cuerpos tengan propiedades de ambas especies. La escritura del autor es muy fluida, aunque por momentos sentía que me perdía en las descripciones, más que nada a la hora de presentar el campo de batalla. de todas formas, esto se compensa con un worldbuilding sutil que deja la imaginación volar y no necesita tanto detalle para que el lector lo cree en su propia cabeza. Sin duda los personajes son lo más cautivador de la historia, todos están bien desarrollados y sus personalidades se distinguen bien, lo que es algo a favor en un libro con más de un punto de vista. Mi miedo era cómo se iba a desarrollar la trama y personalidad de Sedna pero Sebastián tenía muy en claro desde un principio como llevar a cabo su historia y si bien en términos de aprendizaje me pareció que las cosas iban un tanto apresuradas, me dejó muy conforme la conclusión de su historia. Aunque la trama principal tiene algunos entramados políticos y pudiera parecer una novela de aventuras, creo que el foco central está en los personajes y su desarrollo, así que si entran buscando dragones, orcos y batallas épicas, no lo van a encontrar; pero si prefieren encontrarse con personajes entrañables buscando su lugar en una sociedad que no les regala nada, van a terminar el libro con un buen gusto en la boca. Por esto se lleva de mi parte 3.5 estrellas. |
>
