Celia lo que dice

A muchos de vosotros os sonará la Celia de Elena Fortún por una serie de televisión que hicieron hace unos años en Televisión Española, y como una niña algo repelente y sabionda, con tirabuzones rubios, que no hacía más que meterse en líos. Para mí, Celia era otra cosa, a mí me recuerda a mi infancia, no porque su vida sea reflejo de la mía, ya que nacimos en épocas muy distintas, sino porque todos todos los años recibía dos libros hasta completar la colección de 20 libros que tiene.

Celia lo que dice se publica por primera vez en 1928 en Gente menuda, un suplemento infantil del dominical Blanco y Negro. Poco a poco empezaron a ser muy populares sus relatos. La editorial Aguilar adquiere los derechos y en 1935 publica los cuatro primeros libros de la colección, que contemplan la infancia de su protagonista, además de ser un fiel reflejo de la sociedad de entonces. Mi intención es leerlos todos este año, con el fin de recordar mis lecturas de niña y para, al final, disfrutar de Celia en la revolución, el volumen inédito que se descubrió en los años 80 y que me regalaron estas navidades.

Mis libros son una reedición de la original del año 34, que guardan similitud con las ilustraciones originales. Una maravilla de mi humilde biblioteca.

Celia lo que dice es una colección de relatos en torno a una niña de siete años, que vive en Madrid, que tiene una niñera y una institutriz inglesa, y lleva una vida normal en esos años 20, en la ciudad, en una familia acomodada; a través de sus ojos y sus reflexiones, Celia nos muestra su mundo. Situaciones normales, cotidianas, muy divertidas, con un sabor a clásico y a maravilla que engancha. Para mí, es como si estuviera viendo a mi abuela, con su niñera, con su primer día en el colegio francés, con sus tardes en el Retiro, con sus vestidos, con su madre, que entraba y salía de casa, con sus veranos en San Sebastián... aunque no creo que mi abuela fuera tan descarada como es Celia, xD

Ese Madrid increíble de antes de la Guerra, con sus calles, su gente y sus costumbres; Elena Fortún consigue acercarnos a esa época con un texto que escribió dirigido a niñas, que como Celia, se preguntaban cosas, aunque no siempre se atrevían a decirlas en voz alta.

He leído a Celia desde el recuerdo, y me he encontrado tan a gusto entre sus páginas, que no me extraña que tuviera tanto éxito cuando se publicó. Estoy deseando seguir con la serie, y recordar así la época en la que Celia está interna en un colegio, con las monjas; o cuando nace su hermano Cuchifritín; o cuando observa todo lo que cambia el mundo a su alrededor; el pequeño mundo desde los ojos de una niña de siete años: institutrices, cocineras, amas, la playa, Santander, San Sebastián, el chófer, la sierra, el Retiro... el mundo para ella; todo lo que la rodea, lo que le da miedo, las respuestas que da, lo que le sorprende... todo.

Una de las novedades narrativas de este libro, y supongo que uno de los motivos por los que tuvo tanto éxito en los lectores de esos años, y posteriores, es que por primera vez, tenían un narrador que veía el mundo como ellos, les daba voz.

Considerados clásicos de la literatura española, os aseguro que os encantará leerlos, por la ingenuidad de los comentarios de Celia, por su mirada inocente, por los líos en los que se mete y porque, como lector adulto, sabrás leer lo que hay más allá de las palabras. Eso sí, sabemos que la vida tal como la concibe Celia, no es la vida de todos los niños de esos años; ni su familia vive como vivían la mayoría de familias; pero eso no le resta ni un ápice de interés a todo lo que cuenta.

Me parece que no sueno imparcial, pero es que para mí Celia es parte de mi pasado, de mis recuerdos, y eso es muy importante. He leído en algún sitio que el primero de la serie es el mejor de todos; yo no lo recuerdo así, creo que las futuras aventuras de esta niña, a veces resabida, a veces ingenua, a veces traviesa, y con un corazón de oro, cada vez son más entretenidas, añadiendo que la vida continúa y se complica.


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