Lili

Cómo me alegro de haberme cruzado con esta obra (1933), tan íntima y al mismo tiempo tan trascendente.

Lili Elbe (1882-1931), nacida como Einar Wegener, quiso dar a conocer su proceso de transición de género. La obra tiene, pues, el valor de sostenerse sobre el testimonio de la propia Lili Elbe, que fue la primera persona en someterse a una intervención para cambiar su sexo en una época en que parecía impensable y, hasta donde yo sé, es la primera obra que aborda la naturaleza de un proceso como este.

A través de esta obra tenemos la oportunidad de adentrarnos en sus pensamientos y emociones, algo de indudable valor. Sus dudas, sus temores, sus anhelos, sus frustraciones… quedan expuestas de forma abierta y aunque la lectura es dura por momentos, sin duda contribuye a la comprensión de un proceso nada sencillo, ni lineal, ni simple, ni mucho menos corto. Las complejidades vinculadas a la identidad para mi han sido muy esclarecedoras. La proximidad que se siente a lo largo de la lectura me ha parecido necesaria para percibir la naturaleza de los conflictos internos que experimentó, especialmente si no se pierde de vista que estamos hablando del primer tercio del siglo XX (una parte del relato se ubica, de hecho, en la Alemania previa a la subida al poder del partido nacionalsocialista). Lo más duro… constatar que la búsqueda de la propia aceptación y de un lugar en el mundo son procesos que continúan tras las intervenciones médicas. He admirado especialmente su esfuerzo por comprenderse a sí misma y construir una identidad con tan pocos referentes disponibles… de hecho, resulta chocante ver la forma como integró una visión tan sexista acerca de las mujeres y “lo femenino”… Aunque se justifique por el momento histórico, me ha impactado.

Este libro sirvió de inspiración para la novela en la que posteriormente se basó la película “La chica danesa”.
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