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Madre de leche y miel se inicia con un reencuentro: el de Fátima, una mujer musulmana, con sus hermanas. Será su voz, en primera persona, la que nos haga partícipes de una reunión familiar en la que su protagonista, una mujer madura, se remontará muchos años atrás, para narrarnos un largo periplo vital que comienza el día que, armándose de valor para dejar atrás todo cuanto conocía, emigró a Cataluña junto a su hija de ocho años . le echó agallas.; lo hizo sola, sin entender una palabra de español y sin saber leer ni escribir. Se lanzó ante un futuro incierto buscando una vida mejor para su pequeña. Allí debía reencontrarse con su marido, que llevaba años asentado en España, pero a veces el destino se convierte en un auténtico canalla. Una sola protagonista, Fátima, y dos hilos temporales a través de los que montamos el mapa de su vida: el primero, nos presenta su pasado más inmediato; el segundo, narrado en tercera persona, su pasado más lejano. Será este el que nos llevé a conocer el día a día de una mujer musulmana desde su nacimiento hasta que llega al matrimonio y nos permita entender por qué decide emigrar a España. Conoceremos a una niña de familia humilde que nació en El Rif, su infancia, la relación con su familia, sus costumbres, la dura vida en ese medio rural, sus inquietudes, el despertar de su sexualidad… Todo ese pasado en Marruecos nos permitirá entender el miedo que atenaza a Fátima al saberse sola en un país extranjero, la vergüenza al tener que dirigirse a un hombre, cuando desde su adolescencia le han inculcado que no está bien visto que una mujer le mire a los ojos ni cruce palabra con ninguno, su inquietud al pensar que está obrando mal, el enjuiciamiento al que la someterían en su país por sus actos o ese sentirse perdida ante una ciudad caótica y ruidosa en la que no hay nadie que entienda su idioma. Unos sentimientos que se palpan en cada una de las páginas de esta historia, traspasan el papel y conmueven al lector ante la fuerza arrolladora de una mujer que no se deja vencer por muy adversas que sean las circunstancias, y llega a convertirse ante nuestros ojos en la más grande de las luchadoras. Aunque la vemos como una heroína, ella no pretende serlo. Su historia, desgraciadamente, es una de tantas. El relato de Fátima es durísimo; una historia de tesón, valentía y superación que se va abriendo paso entre nosotros a través de una prosa sencilla, cadenciosa , que desprende calidez, ternura y delicadeza. Madre de leche y miel es una novela deliciosa y a la vez desgarradora con la que la autora nos muestra la realidad de su pueblo, las duras condiciones en las que tienen que vivir los inmigrantes hasta hacerse un hueco en otro país pero es, sobre todo, una novela que homenajea a una mujer musulmana trabajadora, luchadora y valiente que tuvo que demostrar demasiado para conseguir las migajas de lo que otros disfrutaban por derecho. Una novela que reivindica el derecho de la mujer en la cultura marroquí sin que eso implique renunciar a sus raíces. Enlace: https://bookeandoconmangeles.. |
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