La maldita de Aquende a Allende

Una familia muy antigua
La familia de la Fuente es quizá una de las más antiguas de Miranda de Ebro. Cada año se celebra una comida donde todos sus descendientes se reúnen para mantener unida esa gran familia. Entre ellos Lambra de la Fuente es un caso particular, una mujer soltera y sin hijos, es la encargada de dejar registro de todos los miembros de la familia. Pero la familia es muy larga y ella ya lleva muchos años, quizá está cansada. Sin embargo, este agotamiento no adolece cuando algo pasa, alguien le está matando a su familia.
Así empieza nuestra obra de hoy, una novela de fantasía urbana, con muchos toques y rasgos de nuestra leyenda más tradicional. En ella, nuestra protagonista Lambra de la Fuente, se nos presenta como una joven muy particular, con una vida contemplativa y que parece que lleva viviendo muchos años. Sin embargo, los ataques a miembros de la familia por un sangrador poner al lector bajo sospecha. Y es que quizá, la leyenda de la Maldita se deba a que los vampiros están más cerca de la familia de la Fuente de lo que pensamos.
En este sentido, aparte de a esa historia de leyenda, de antiguos mitos de nuestras tierras más profundas, también encontraremos una novela que nos habla de la familia y su legado, de qué se espera de nosotros y qué es lo que finalmente damos. Además de ello, la cuestión de la confianza y la verdad también serán clave para que los personajes de esta obra puedan actuar en la historia que les ha tocado.
Actantes bien seleccionados
Una de las cosas que más me ha llamado la atención de la obra es lo bien que la autora ha sabia caracterizar a cada personaje. Cada uno de los actores que participa en la trama tiene una edad muy diferente y esto se ha notado tanto en su comportamiento como en su manera de hablar. Esto no significa que la autora haya impostado vocabulario o actitudes, sino que ha sabido transmitir el cansancio de los antiguos y la «hiperactividad» de los nuevos. El contraste ha quedado muy bien y creo que eso ha dinamizado mucho la lectura.
Por otro lado, las mujeres aparecen como vía principal de la obra, no solo porque sea Lambra nuestra protagonista, sino porque la relación entre ellas evoluciona y crece de una manera muy adecuada, como sucede con su vecina Laura. Además, los personajes secundarios no solo cumplen su función, sino que, además, producen interés en el lector y nos apetece conocer su trozo de andadura.
Sin embargo, quizá en cuanto a los antagonistas se me ha haya quedado un poco desdibujada. Es una obra donde «el malo» es más un concepto que un personaje propiamente dicho hasta cierto punto; a partir de ese momento, la historia se centra mucho en el conflicto y eso está bien, pero sucede muy al final. Y en realidad, esto no es problema, pero sí me hubiera gustado que los anteriores «malos» se hubiera revelado también.
Breve y ágil
No obstante, más allá de lo que acabo de decir, la novela como obra es ágil y se disfruta bastante bien. Es verdad que la brevedad es uno de sus puntos fuertes, pero porque la autora ha sabido en ese breve período darnos lo que necesitamos para conocer la historia y no demorarse en lo no sustancial. Así, el lector se adentra en la lectura, le anima el hecho de que la historia fluya bien y, además, los secretos que hay son curiosos. Los personajes, por su parte, como he dicho, ayudan y el final es el que tiene que ser.
Pero (sí, había un pero), es cierto que hay un par de cosillas que dificultan la lectura. En primer lugar, hay ciertas erratas que, si bien no son la tónica general de la obra, sí que dificultan algo la lectura y da un poco de rabia, porque como decía esta se sigue muy bien. Por otro lado, y esta quizá sí que me parece un poco más grave, hacia mitad del libro, hay momentos en los que hay tropiezos narrativos, que no son temporales, sino más bien de trama, de síes y noes que no terminan de estar bien puestos, que hacen que el lector cortocircuite un poco. Además, han sido en momentos de «revelación», así que no sé si es que la autora, por querer hacer el momento más completo, ha complicado en exceso el lenguaje o qué, pero sí es verdad que me han producido bastante extrañeza.
Una leyenda que te mantiene
Más allá de estos últimos problemillas, como os decía, la historia me ha gustado bastante. En primer lugar, hacía tiempo que no leía una historia de vampiros que me convenciera y esta lo ha hecho; por otro lado, la ambientación como leyenda y los rasgos típicos están ahí y da gusto leer una historia sencilla, pero completa. Además, los personajes son interesantes y no hay ninguno que sobre, al igual que los temas tratados, que se desarrollan con mucha naturalidad.
Os recomiendo la obra, creo que siempre está bien echar un poco la vista atrás, ver en qué creíamos y en qué queremos creer y disfrutar de una lectura rápida y fluida. Espero que os animéis con ella.





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