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Es un libro que conmociona hasta los huesos, estoy sumamente extasiada con está lectura. Me encanto la manera de relatar de Edith, todos los detalles de los días de su sufrimiento en Auschwitz, como percibía la mirada y la esencia de Josef Mengele, la manera en la que fue siendo consciente de la terrible realidad que estaba viviendo, como la sobrellevo porque como ella y su sabia madre lo dicen “nadie te puede quitar lo que pongas en tu mente”. Considero que definitivamente aun en la adversidad supo encontrar ciertas bendiciones, porque como ella misma lo dice "Vivía para Magda y Magda vivia para ella", saber que Klara, Magda y Edih como supervivientes lograron reencontrarse y a su manera muy particular aprender a vivir con todos los traumas que las hizo pasar el Holocausto porque como bien lo dice Edith "Podemos prestar atención a lo que hemos perdido o prestar atención a lo que todavía tenemos". Para mi como Psicóloga, fue sumamente gratificante su libro, como relata su historia y a la vez va contando anécdotas de sus casos y pacientes, me hizo recordar lo hermosa que es la Psicología y acompañar al otro en su camino de liberación. Gracias Edith. |
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