29 balas y una nota de amor

Fascinado, brutal, profesional, son las tres palabras que me vienen inmediatamente a la cabeza tras finalizar la lectura de 29 balas y una nota de amor del periodista Alfonso Egea.

Pero antes de continuar. 29 balas y una nota de amor es la primera de las publicaciones que la editorial Alrevés publicará dentro de su nueva colección: Sin ficción coordinada por Marta Robles.
En palabras de la coordinadora la colección tiene la intención de: «relatar con aterradora meticulosidad y a ritmo de novela, pero sin una gota de ficción, los episodios más oscuros y sobrecogedores de la crónica negra».
Y después de leer la primera entrega creo que la colección puede ser todo un éxito para un amplio público lector, pues, quién más quién menos siente curiosidad por vivir en primera persona todo lo referente a, por ejemplo, El crímen del pantano de Foix que es de lo que se ocupa esta primera entrega.

«Donde menos te lo esperas, aparece la historia más increíble del mundo. En medio de la normalidad emana lo absolutamente imposible de predecir. Los ciudadanos menos llamativos pasan a ser el reparto de misteriosas tramas que ni ellos mismos se llaman poder vivir en primera persona».

Ya están anunciadas las siguientes publicaciones de la colección, cuatro por año por lo que parece, y son: Operación Candi por Manuel Marlasca; La catedral de Santiago y el robo del Códice por Luis Rendueles; Angie por Mayka Navarro. Y estoy convencido que si la colección tiene el éxito que le auguro, uno de los siguientes títulos puede ser el del pobre Gabriel. Por desgracia tienen mucho entre lo que escoger sin tener que narrar El crimen de Cuenca, es decir, sin tirar de archivo de antes de la democracia.

«La investigación de un asesinato [...] una receta de cocina de la abuela: un puñado de lógica deductiva, otro puñado de estrategia emocional, una pizca de perfilacion, dos cucharadas de intuición y esa medida imposible de medir de genialidad basada en el talento, en los conocimientos y el esfuerzo».

La gran virtud de 29 balas y una nota de amor es que es un ensayo periodístico es su versión crónica negra, pero podría pasar perfectamente como una novela negra. Con eso os quiero decir que es un libro para un amplio abanico de lectores, y lo mejor, que ocupa un nicho literario no muy explotado.

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