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La verdad es que tenía muy pocas expectativas con este libro; en su tiempo me llamó la atención, pero lo dejé apartado. Sin embargo, decidí leerlo en un impuso y me sorprendí para bien. La historia sigue a Pneryn, una adolescente que intenta sobrevivir y proteger a su hermana menor y su madre en un mundo postapocalíptico. Desde que los ángeles bajaron del Cielo y atacaron la Tierra, el mundo se ha vuelto un caos. Las pandillas controlan las calles de noche y los ángeles rondando por allí son siempre una amenaza. La aventura comienza cuando Penryn es testigo de cómo un grupo de ángeles atacan a uno de los suyos, le cortan las alas y lo dejan allí para morir. Por desgracia, los ángeles descubren la presencia de Penryn y su familia y se llevan a su hermana. Entonces Penryn tendrá que hacer hasta lo imposible, como chantajear a un ángel moribundo, para salvar a su hermana. El libro comienza con todo y la trama avanza de manera trepidante, el ritmo no decae en ningún momento y te tiene completamente pegado a sus páginas. Además, la trama se vuelve cada vez más compleja e interesante y el mundo en el que se desarrolla la historia me intriga muchísimo. Esto también se debe la excelente ambientación. Susan Ee tiene una forma de escribir muy visual, sabe situarte muy bien en el lugar, explicando lo justo y necesario para que comprendas la situación, te sientas en medio del caos de este mundo postapocalíptico y quieras seguir leyendo más y más para saber qué pasa. Hay escenas que son tan impactantes, sangrientas y grotescas que me hacen estremecerme de sólo pensarlo; la autora sabe cómo lograr que esas imágenes queden grabadas a fuego en tu cabeza. Además, es aterradoramente realista cómo plantea a la especie humana después de un apocalipsis: cuesta distinguirnos de los animales, nos vemos convertidos en unas criaturas salvajes y desesperadas. Por otra parte, el planteamiento de que Dios puede no existir incluso aunque los Ángeles sí me resulta cuanto menos curioso y querría ver cómo se desarrolla esto en siguientes libros. En cuanto los personajes, me encantó la protagonista. Penryn es fuerte, terca y luchadora; muestra una lealtad incondicional hacia su hermana y está dispuesta a todo por ella. Tampoco duda ni un segundo en usar al ángel para su beneficio, y aunque esto le causa algunos remordimientos, es consciente de que su prioridad es salvar a su familia. Hablando de Raffe, me cayó bastante bien, se me hace un personaje interesante que tiene más que dar. La relación entre ellos me encanta, la dinámica tensa y desconfiada entre ellos que luego deriva a un cierto sentimiento de compañerismo es muy divertida de leer. El ligero toque de romance me gusta porque no tiene un gran peso en la trama, sino que es algo latente que podría ser pero todavía no es. La mamá de Penryn es un personaje muy interesante y fuera de lo común, que puede darnos muchas sorpresas. Me fascina lo loca que está, cómo a su modo retorcido lo único que busca es proteger a sus hijas. Quiero ver lo que es capaz de hacer más adelante. Concluyendo esta reseña, Ángeles caídos ha sido una lectura que disfruté mucho, con personajes fuertes y una historia de aventuras trepidante y entretenida acompañada por un estilo de escritura que supo atraparme y sorprenderme. |
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