Estás sentado en un restaurante, comiéndote una hamburguesa y de repente, alguien se acerca te coge un puñado de patatas fritas, te mira y te dice "cuéntalo, nadie te va a creer" y es el mismo Bill Murray, y tú lo flipas en colores porque, efectivamente, nadie va a creerte. Un libro que es la esencia del mismo Bill Murray, con sus risas que son muchas y sus penas, que no son tantas, pero sí importantes. Muy agradable de leer, sobre todo si sois fans de Murray como lo soy yo |