Aprender a dibujar con tu ojo dominante: Cómo percibimos, creamos y aprendemos

En cuanto vi este libro me sentí emocionada por poder continuar con mi aprendizaje sobre cómo mejorar mi forma de dibujar. Y bueno, no pude resistirme a hacerme con él. Ya habíamos hablado de cómo ”aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro”.

Esta vez vamos a completar nuestros conocimientos sobre el aprendizaje, la percepción, y… el dibujo. Pero partiendo de nuestros ojos. Suena muy interesante.

En el hemisferio derecho del cerebro reside nuestra creatividad y con el dibujo estimulamos el autoconocimiento de nuestras capacidades. Recibimos información y datos del mundo y, muchos de ellos nos llegan por los ojos. Son nuestra primera parada. La autora nos quiere demostrar que cada ojo es independiente. Nos dice que cada uno ve el mundo de forma diferente, de forma especial. Es decir, interpretan lo que ven de distinta manera.

Sabemos que tenemos una parte dominante en nuestro cuerpo. Por eso somos zurdos o diestros de manos y pies. Pues igual pasa con los ojos, Lo general es tener el ojo derecho como director y eso está relacionado con la expresión verbal. Por lo tanto, el otro sería el de las sensaciones y percepciones.

En este libro se nos enseña a través de un camino emocionante, lleno de información y de muchos ejercicios prácticos cual es nuestro ojo dominante, como vemos la realidad a través de él, que vemos con el otro ojo y a experimentar con nuestra percepción. También, además de como percibimos, como somos percibidos por los demás. Aprenderemos a mejorar nuestros dibujos, a mirar e interpretar la realidad.

Se nos vuelve a lanzar la afirmación, como en el libro anterior, de que todos somos capaces de dibujar. Con entrenamiento se puede mejorar y lograr buenos resultados. No se nos enseña a centrarnos en el dibujo, solo en el estudio de la lingüística, Pero nos muestran que ambas enseñanzas caminan de la mano.

Nuestra mirada es capaz de expresar nuestros sentimientos. Esto se puede observar al hablar con otras personas o incluso en la televisión o el cine. Actualmente se le da gran importancia a esta característica artística. Aprovechando este dato se puede agudizar la percepción tanto del entorno como de las otras personas. La mirada se dice que es el espejo del alma. Con ello la comunicación no verbal complementa a la verbal.

Con todos estos conocimientos y cada vez mas avances en los estudios que se realizan, nos acercamos a relacionar ambos hemisferios y las acciones que se realizan en ellos. La zona racional y la creativa se interrelacionan más de lo que creemos.

En el libro se nos presentan muchas referencias artísticas. Siguiendo esas referencias vamos avanzando en conocimientos y técnicas para averiguar nuestro ojo dominante y su manera de expresarse. de relacionarse con el mundo. de mostrarnos a los demás y de relacionarnos con ellos.

También nos enseña gran número de ejercicios fáciles y certeros. Con ellos nos centra en el dibujo hecho con nuestras habilidades básicas. Los sombreados, efectos y técnicas necesitan unas explicaciones y teorías complicadas. Es decir, un dibujo se crea con nociones mínimas y un objeto visible. Si se quiere completar se recibirán explicaciones verbales más densas.

En el manual se nos enseña a detectar nuestro ojo dominante y como observarlo en los demás. Y como actúa. al igual que ocurre con el nuestro. Decir que el libro es sencillo y lleno de información y ejercicios. Fáciles y entendibles. Sencillos de realizar.

Me ha gustado mucho poder complementar mi aprendizaje y prácticas aprendidas en el anterior libro. Este es más específico, y se complementan perfectamente. Todos teníamos conocimiento de la noción de dominante en relación a las manos, porque sabemos con la que escribimos. También con el pie, porque al caminar y jugar es el que marca el paso. Sin embargo, aplicado en el ojo es algo novedoso. Y la curiosidad de detectarlo, no solo en uno mismo si no en los demás, y el comportamiento que muestra es impresionante,

Con referencia a los ejercicios, decir que hay una gran variedad. Pero, para mí, el más impresionante es el del autorretrato. Se dice pronto, pero es complicado. En mi caso, yo aún tengo un dibujo muy esquemático. Parecido a los dibujos que hacíamos en el colegio. Enfrentarme a un autorretrato, me sonó a difícil. Así que el resultado, fuese el que fuese, sería genial. La sorpresa llega cuando, con la aplicación de lo aprendido, el resultado es bueno. No, muy bueno.

Aconsejo muchísimo el manual que como he dicho complementa al de “Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro”. Los resultados llegan sin esfuerzo. Además, creo que todos tenemos un artista en nuestro interior, como dice la autora. Con consejos fáciles y los ejercicios, que puedes aplicar al ritmo que quieras y puedas, ves resultados, que en el fondo es lo que se desea.
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