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La casa de la alegría, de Edith Wharton, cuenta la historia de Lilly Bart, una joven perteneciente a una familia de la alta sociedad neoyorquina venida a menos, con una gran belleza pero sin independencia económica. Lilly debe jugar el juego social a la perfección para que su belleza sea el vehículo para conseguir, a través del matrimonio, la estabilidad económica de que carece. Pero nuestra heroína se equivocará una y otra vez a los ojos de una sociedad hipócrita e implacable en sus juicios, básicamente porque no acepta tener que resignar la persona que es en pos de quien debería ser para obtener la aceptación social. La novela es la historia de una caída, pero no una caída patética como la de Sister Carrie, si no acompañada de la dignidad de una heroína que se hunde en su propia ley. Es una historia triste pero magníficamente escrita por Wharton, que hace de Lilly un personaje a veces irritante, pero redimida por su honestidad en un mundo de mentirosos y manipuladores.
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