3,5. Tenía muchas ganas de leer esta historia, publicada por primera vez en español, y la he disfrutado. Una comedia costumbrista amena, que se inicia con una boda algo precipitada donde Helen, la novia, no está segura de lo que está haciendo; a pesar de sus dudas, considera que ya no hay marcha atrás y somos partícipes de esos primeros momentos de matrimonio con alguien con la que no se siente del todo bien. Teviot, su marido, ama locamente a su recién esposa pero no sabe cómo hacer para sentirse querido por ella y que lo considere por encima del resto de su familia, sintiéndose despreciado en muchas ocasiones. Todo empieza a enredarse, aparecen celos y situaciones que entorpecen la felicidad de ambos y tendras que leerlo para ver qué ocurre finalmente. No solo encontramos a estos personajes ya que otros muchos aparecen en escena, algunos verdaderamente odiosos, permaneciendo con cierto protagonismo todo el tiempo. Nos acercamos principalmente a la familia Eskdale y a los integrantes de la familia Douglas, esta última con una integrante que saca un poco de quicio pero con la que he reído mucho. Y no solo con ella, he reído con muchos diálogos y situaciones, también algunas escenas me han hecho sufrir un poquito. Creo que la autora hace una crítica de su tiempo, mostrando mucho de la época: las costumbres, el estatus social de las grandes familias, el traspaso de herencias, la superficialidad, la hipocresía, las conveniencias, las envidias y los enredos entre familias de cierta posición social. Incluyendo también partes en las que se dejan ver tejemanejes políticos y de gobierno. Tanto la ambientación, como los personajes y algunas de las situaciones que se viven me han recordado a las creadas por Jane Austen; se aprecia que la autora era admiradora de ella, y aunque no llega a estar a su nivel sí que he hallado un estilo similar, resultando disfrutable para los amantes de este tipo de historias |