"¿Qué es el amor? Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa."
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"¿Qué es el amor? Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa."
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"Me faltó coraje para hurgar en las debilidades de los malvados, porque comprendí que son las mismas debilidades de los santos"
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"Es, o ha sido, en muchos aspectos, un gran hombre —dijo Guillermo—. Pero precisamente por eso es extraño. Sólo los hombres pequeños parecen normales"
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"Tal es la fuerza de la verdad, que, como la bondad, se difunde por sí misma"
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"La verdad antes de manifestarse a cara descubierta, se muestra en fragmentos"
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"Un buen cristiano puede aprender a veces incluso de los infieles"
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Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechoso como el amor, pues este penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas
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Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechoso como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas
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-Es un hombre... extraño- me atreví a decir. -Es, o ha sido, en muchos aspectos, un gran hombre- dijo Guillermo-. Pero precisamente por eso es extraño. Solo los hombres pequeños parecen normales. |
Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechoso como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas.
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¿Para qué viajan Fray Guillermo y Adso a la abadía benedictina?