El nombre de la rosa

"El amor es una enfermedad rebelde, que sólo con el amor se cura, una enfermedad de la que el paciente no quiere curar, de la que el enfermo no desea recuperarse "

"Nada hay que infunda más valor al miedoso que el miedo ajeno."

Busqué el reposo en todas las cosas, y nunca lo encontré a no ser en compañía de un libro

Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia.

"Cuando entra en juego la posesión de los bienes terrenales es difícil que los hombres razonen con justicia"

"Porque no todas las verdades son para todos los oídos, ni todas las mentiras pueden ser reconocidas como tales por cualquier alma piadosa"

Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechoso como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas.

....No te fíes de las renovaciones del género humano que se comentan en las curias y en las cortes.

La belleza del universo no es sólo la unidad en la variedad, sino también la diversidad en la unidad.

Oh, el amor tiene efectos muy diversos; primero ablanda el alma, luego la enferma... Pero más tarde ésta siente el fuego verdadero del amor divino, y grita, y se lamenta, y es como piedra que en el horno de calcina, y se deshacer y crepita lamida por las llamas...