Cómo viajar con un salmón

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* No fue con el anzuelo de "El nombre de la rosa", sino el de "El péndulo de Foucault" con el que me pescó Eco. Y a punto estuvo de no capturarme. Tres intentos y yo rompía el sedal. Reforzó éste con los párrafos usados en común con L. Durrell, que también estaba practicando la pesca deportiva con su "Cuarteto de Alejandría" en las aguas mediterráneas egipcias. El resultado fue que no sólo leí, releí, anoté, indagué, divertí,... con tantas sectas, movimientos gnósticos, heterodoxias,... sino que aún me mantiene tras la carnaza de sus obras.
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* No he conocido personalmente a Eco pero, por sus obras, me lo imagino tan "enigmático y socarrón" como Narciso Ibáñez Serrador cuando me embelesaba con sus palabras antes y después de la proyección de sus series televisivas de misterio (y eso que sus ojos no me hipnotizaban como los de su padre N. I. Menta)
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* La obra que presenta @editorial_lumen es una recopilación de sus artículos publicados en la última página de la revista L'Espresso. (Recuerdo a mi padre tan enganchado a la columna "El 🐓" de Emilio Romero en la posterior hoja del recordado diario Pueblo que no oía, o lo simulaba, a mi madre ni a nosotros ).
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* Es todo un manual de supervivencia (como los que mi amigo Tete instruye a sus boyscout) para adultos. Cómo evitar enfermedades contagiosas (¡ummm!), no usar teléfono móvil, salir en televisión aunque no seamos nadie (ni vecino o testigo de donde ha ocurrido una tragedia o habita un famosillo ligón), no hablar de fútbol (ni de política), evitar caer en un complot (o secta que te ponga a vender folletos o danzar por las calles),....
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* Profundamente divertido nos puede ayudar a situaciones tan normales como la de viajar con un salmón desde Noruega a Porto do Son, camino de la Carlota.