La premisa argumental es muy original: un torneo en el que las hadas necesitan la energía de los niños humanos para participar y por eso los “invitan” a pasar a su mundo, aunque me hubiera gustado leer un desarrollo más complejo de ese mundo mágico y de los personajes que tan atractivamente se presentaron. Es un libro ameno, que, a través de las reflexiones y diálogos de la protagonista y de las hadas, se enfoca en una serie de enseñanzas acerca del poder de los sueños y el pensamiento positivo, el cuidado de la naturaleza, el amor por los seres vivos y el respeto por los demás. |