Fiesta

Después de leer tres libros que no me entusiasmaron y una extensa novela que supuso todo un reto terminarla, ya temía que el resto de lecturas fueran a causarme la misma desazón. No obstante, Fiesta llegó para salvarme de un estancamiento literario.

Debo confesar que no tenía planeado leer este libro (de hecho no conocía su existencia). Para cumplir un reto literario necesitaba un libro ambientado en la década de los 20 que no fuera demasiado extenso, ¡y aquí estamos!

El autor se toma su tiempo para introducir a los personajes. Con un ritmo pausado me dejé llevar por las calles de París, sus cafés y restaurantes. Sin prisa, pero sin pausa, te sumerges en las vidas de los protagonistas, conociendo su carácter, sus gustos y su pasado. En general no he simpatizado con ningún personaje. Sí que me cayeron bien Jake y Bill, pero en cambio no soporté a Brett (la pobre es tonta perdida) ni a Mike ni Robert.

El detalle de que viajen a Pamplona me llamó la atención desde el principio. Disfruté mucho la clara diferencia de la primera mitad de la novela (la tranquila vida en París y las vacaciones pescando) y la locura que se desata en Pamplona. Los personajes se dejan llevar por la fiesta, el desenfreno y la pasión. No me gustó que constantemente tuvieran que emborracharse todos para divertirse. Se volvían estúpidos y sólo tenían conversaciones de besugos.

Hemingway muestra el lado más pueblerino y rural de España. Hay que tener en cuenta que el escritor viajó a nuestro país a finales de los años 20 y todo lo que refleja el libro está basado en sus propias experiencias (y en esos años España no era precisamente la cuna de la modernidad...). Lo único que me ha disgustado es todo el tema de los toros, pero entiendo que es una base importante para la historia.

El estilo de escritura me sorprendió porque no me recordó en ningún momento a El viejo y el mar, el libro más famoso libro de este autor. Todo lo contrario, Fiesta me pareció más fresco y dinámico. Es entretenido y rápido de leer gracias a la brevedad de sus capítulos.

Por fin puedo decir que me he quitado ese regusto amargo que me dejó mi primer contacto con Hemingway. Esta vez sí lo he apreciado y quizá me aventure con alguna otra novela.

Saludos ;)

La primera novela de Hemingway nos seduce con su estilo desenfadado y natural. No hay que leer sobre grandes acontecimientos para sentirse fascinado por la historia.