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Desde hace bastante tiempo tenía ganas de leer alguna novela gráfica y cuando se me presentó la oportunidad de leer este libro supe que era el momento perfecto para hacerlo. Basada en la novela de Tania de Montaigne, Negra es ganadora del premio Andersen 2020 y del premio Simone Veil. Con Negra nos situamos en los años 50. Las leyes Jim Crow establecen que los negros deben vivir separados de los blancos. Todo está hecho y organizado de tal forma para que negros y blancos no compartan el mismo espacio, y cuando esta separación no sea posible, el que debe quedarse fuera es el negro. La segregación racial está muy presente en las normas sociales y todos deben acatarlas. Espacios distintos, puertas diferentes para entrar a los establecimientos, asientos reservados para blancos en los autobuses... La discriminación racial estaba prácticamente normalizada hasta que una niña de sólo quince años supo dar el primer paso para lograr que la sociedad cambiase. Claudette Colvin es el nombre de la mujer que prendió la mecha que hizo estallar un auténtico movimiento social que conseguiría importantes cambios sobre las leyes de segreación y discriminación racial. El día en que Claudette Colvin se negó a cederle su asiento en el autobús a una mujer blanca fue inmediatamente arrestada y puesta a disposición judicial. Aunque esto pudo ser el comienzo del cambio, su acción pasó prácticamente desapercibida. La amenazaron, la usaron, la juzgaron, la utilizaron. Quienes le prometieron ayudarla la dejaron de lado y la olvidaron cuando no les interesó. Sin embargo, nueve meses después apareció Rosa Parks. Fue detenida y juzgada por los mismos motivos que Claudette meses antes, por no cederle el asiento a una mujer blanca en el autobús, pero al contrario que con Colvin, su caso logró una repercusión nunca antes vista. Negra ha sido un libro que me ha hecho reflexionar mucho. Me ha hecho darme cuenta de que a veces olvidamos hechos y personas que contribuyeron a cambiar un poco nuestra sociedad, que en la mayoría de las ocasiones no somos conscientes de que las leyes de segreación racial han estado ahí y que el racismo sigue presente. La edición del libro está increíblemente cuidada. Los dibujos de Plateau, las tonalidades de los colores, la información adicional que encontramos al final del libro... Es sin duda un libro que guardaré en un sitio muy especial de mi estantería y que todo el mundo debería tener la oportunidad de leer y disfrutar. Claudette Colvin es una mujer que luchó contra la injusticia. No hay que obviar que sólo era una adolescente de quince años cuando todo ocurrió, y que a pesar de ello supo ser valiente cuando había que serlo y su nombre fue olvidado. Desde aquí gracias a Émilie Plateau, a Tania de Montaigne, a Duomo y a todos aquellos que hacen posible que su historia y su lucha no queden olvidadas. Y por supuesto, gracias a Claudette por todo lo que ayudaste a lograr. Enlace: https://blogmemoriassintitul.. |
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