Cuentos reunidos

Dávila es la maestra del terror porque controla el ritmo como nadie, y de este carro no me bajo. Creo que es la primera vez que encuentro relatos con un esqueleto tan visible, con una narración que se escucha a través de cada coma. Lo que hace Dávila solo se puede conseguir cuando eres una reina de la escritura.

Mi memoria deja bastante que desear, pero con esta autora mexicana me ha pasado otra cosa extraña y es que no puedo no tener los pelos de punta acordándome de sus historias. Puede que el haberlas leído por la noche influyera. Puede que me hubiera pasado lo mismo si las hubiera leído a plena luz del día. Pero el caso es que si vuelvo a los títulos de los cuentos que he ido leyendo hasta ahora se me vuelve a poner la piel de gallina. Creo que un relato fantástico es bueno cuando te construye imágenes, y las de Dávila son potentísimas.

Su terror es, quizá, un terror más «clásico», sus cuentos siguen a menudo una estructura parecida: personajes con nombres y apellidos que empiezan a emarañarse en una situación extraña, insólita, que irá siendo cada vez más oscura hasta llegar a un final que corta como el papel. Difiere, en cierto sentido, del terror con el que podemos estar teniendo contacto hoy, pero eso no significa que no haya denuncia en los cuentos de Amparo, porque sí la hay: entre sus relatos, encontramos a menudo mujeres que se sienten encerradas, que se ven obligadas a cuidar a maridos que se han vuelto niños pequeños, que no ven en el matrimonio un destino al que aspirar, que sufren luz de gas —aunque no sepan que lo que están sufriendo tiene ese nombre—, que asesinan, que se retuercen, que gritan.

La narrativa de Dávila se escucha, repito. Y yo lo que oigo cuando la leo son escalones de madera que crujen, árboles meciéndose con el viento, puertas metálicas chirriando al abrirse, pasos, respiración. Es que por oír, oigo hasta las miradas de sus personajes.

Entré a leer a Amparo Dávila por conexiones, porque Alejandra Amatto Cuña establecía una relación entre ella y Mariana Enríquez al hablar de la maternidad en la literatura fantástica. Tengo ganas de ver a qué autora(s) me va a llevar Dávila, vaya forma bonita de construir genealogías.

Mezclar los sonidos con el tiempo se llama música…

Amparo Davila añade letras, palabras frases, convirtiendo estos relatos en obras para ser interpretadas, algunas de ellas solo en la mente del espectador , pero bien podrían abrirse como espectáculo a públicos concentrados.

Lo de concentrados es literal y metafórico: interpretar( individual y mentalmente estos cuentos es todo un esfuerzo imaginativo, baste mencionar “ El huésped” cuyo final, nudo e incluso el íncipit resultan alucinadora mente inciertos . Y, donde ademas cabe cualquier interpretación.

al hablar de silencios, me refiero a esas pausas que en literatura se convierten en recovecos, grietas, por donde puede filtrarse la capacidad imaginativa del lector, para crear un mundo donde cualquier cosa es posible o destruir aquellos donde solo lo reales factible, implosiona sus cuentos, los rezuma de realismo mágico que colma con situaciones consuetudinarias y los adereza con cuestiones oníricas, para descolocar absolutamente.

al final queda uno con más preguntas que respuestas y el deseo de sacudir a la autora hasta obtener una respuesta ¿ En que estabas pensando, qué quisiste decir?

Como diablos voy a interpretar esto. En el patio cuadrado existen tantas historias dentro de una, como muñecas rusas, con un final inusitado, que no inesperado, pero… y el resto, a donde fue a parar, como categorizar, de donde asirse para sentir que quedo uno con algo que no sea el desasosiego del vacío, no por carente o incompleto, por el contrario por tan abundante que abruma.

En arboles petrificados , el petrificado soy yo por avergonzadamente incapaz de cerrar en mi mente lo que el cuento deja abierto, como una herida que resuma incapacidad.

Música concreta es todo, menos eso , es ruido de fondo… y distractor.

La señorita Julia. Destroza mis conceptos.

Y así podría seguir, 37 relatos, en 4 volúmenes, su producción literaria completa. Que para mi nunca lo estará…. Completa me refiero. …

La marcha a Zacatecas…tampoco significa nada…

Cuentos reunidos de Amparo Dávila es una colección dividida en varias secciones organizadas por orden cronológico. La primera es Tiempo destrozado (1959) contiene 12 relatos de los cuales en Muerte en el bosque un hombre busca un departamento nuevo en renta y analiza su situación actual en cuanto a su vida familiar y la compara con una idílica vida en el bosque. En Moisés y Gaspar, quienes son parte de una herencia, Dávila describe, pero nunca menciona qué o quiénes son realmente, pero son la causa de que el protagonista cambie frecuentemente de residencia. Música concreta (1961) tiene ocho historias sobre individuos aparentemente con una vida “normal” la cual roza los límites de lo que puede llamarse como desequilibrio emocional. En particular, disfruté mucho Matilde Espejo y la naturalidad de esta mujer en cuanto a llevar una vida sin mancha cuando realmente esconde algo aterrador. Arboles petrificados (1977) contempla doce narraciones las cuales me recordaron esas películas mexicanas de antaño de la época dorada con ese ambiente solitario y espeluznante. La rueda es excelente y nos lleva a girar en torno a un evento cíclico sin fin. Estocolmo 3 mantiene esa atmósfera relajante en un apartamento acogedor en el cual sus habitantes no tienen idea con quién lo comparten. La última sección es Con los ojos abiertos (2008) abarca cinco cuentos que nos mantienen al borde de la silla, esperando que pase lo peor o algo divertido. Radio Imer Opus 94.5 me recordó aquellos días en la década de los ochenta en los cuales muchas adolescentes soñaban con el hombre ideal a través de los medios de comunicación en esos momentos, uno de ellos, la radio. Las casas son parte fundamental en varios cuentos de Dávila y forman parte de su repertorio digno de tomar en cuenta ya que tornan las anécdotas narradas en la transformación de muchos personajes de la cordura a un estado totalmente diferente. Muy recomendable esta compilación para todos quienes aman leer excelentes autoras mexicanas aquellas que en su tiempo no recibieron reconocimiento.